TIEMPO
DE REFLEXIÓN
“Por la palabra del Señor fueron hechos los cielos, por el soplo de su boca, todos los astros. Él junta y almacena las aguas del mar profundo. Honren al Señor todos en la tierra; ¡Hónrenlo todos los habitantes del mundo!
Pues
él habló, y todo fue hecho; él ordenó, y todo quedó firme. El Señor hace
fracasar por completo los proyectos de los pueblos paganos, pero los proyectos
del Señor permanecen firmes para siempre. Feliz el pueblo cuyo Dios es el
Señor, el pueblo que ha escogido como suyo. El Señor mira desde el cielo y ve a
todos los hombres; desde el lugar donde vive observa a los que habitan la
tierra; él es quien formó sus corazones y quién vigila todo lo que hacen”. Salmo
33. 6 – 15.
La
Palabra de DIOS es poderosa. DIOS utilizó Su voz, no para destruir, sino para
crear. Por la Palabra de DIOS fue creado este universo en el cual nos
encontramos. Él dijo: "Hágase la luz". “Y fue la luz" (Génesis
1.3). Todo comenzó a existir cuando Dios habló. Por Su Palabra existen todas
las cosas creadas. La vegetación, la vida animal y el ser humano fueron creados
por la Palabra de DIOS.
¡Qué
gran poder hay en la Palabra de DIOS! No sabemos cómo lo hizo, pero sí sabemos
que El lo hizo y esto es lo importante.
Las
Naciones Unidas han elegido, seguramente con buena intención, para poner en una
sala central un versículo de Isaías 2. 4, que en parte dice. . . “Convertirán
sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación
contra nación ni se adiestrarán más para la guerra”.
Creemos
que pusieron allí el versículo equivocado porque no nos parece que los pueblos
allí representados estén convirtiendo las armas en instrumentos de trabajo
sino, más bien, reemplazando las armas actuales por otras de más avanzada
tecnología y mayor poder destructivo.
En
vez de aquel versículo deberían haber colocado el Salmo 33.10: “El Señor hace
nulo el plan de las naciones”. Habría sido más apropiado teniendo en cuenta la
verdadera realidad de la carrera armamentista en el mundo.
Hay
atributos de DIOS que a los seres humanos nos encantan, nos gusta decir que
DIOS es todopoderoso, nos gusta decir que DIOS es amor, que DIOS es perfecto,
que DIOS es fiel, que DIOS es misericordioso. En cambio hay otros que no nos
gustan tanto, su santidad por ejemplo, porque al compararnos con su santidad
nos vemos sucios, su justicia, ya que es la que nos muestra que merecemos ir al
infierno.
Pero
hay uno de sus atributos que el ser humano rechaza por completo, ya que si es
cierto entonces el hombre y la mujer dejarían de ser sus propios dueños,
dejarían de poder decidir y quedan a la merced de DIOS, sin ninguna duda
hablamos de la soberanía de DIOS.
No
se conoce quien escribió este salmo, pero hay algo que queda claro, quien lo
escribió conocía a DIOS, solo de esta manera puede llegar a escribir y plasmar
estas palabras. En otras palabras todo lo que existe depende y se
sostiene en DIOS, todo lo que ocurre, ocurre porque DIOS quiere que ocurra.
La
soberanía de DIOS es aceptar que ÉL hace lo que quiere, como quiere, cuando
quiere, de la manera que quiere y con quien quiere. Absolutamente todo está
bajo la soberanía de DIOS, desde la decisión más pequeña, hasta los acuerdos
políticos internacionales más importantes están comandados por DIOS. Nada se
escapa a su soberanía, incluso los cabellos que caen de nuestra cabeza están
permitidos por Él. Este es un DIOS soberano.
La
historia de la humanidad está escrita por la mano de DIOS, el permitió las
revoluciones, las dictaduras, todo lo que existe, y ¿podrá alguien recriminarle
algo? ¡Nunca! ¿Acaso no sabe DIOS lo que es mejor? Todo entra en el plan
perfecto de que DIOS reciba su gloria. Ningún ser humano debiera recriminarle
nada a DIOS, sino todo lo contrario, temblar ante un DIOS el cual es ofendido
cada día de la historia, ante un DIOS que con una palabra podría destruir el
universo y sin embargo, sigue siendo paciente y misericordioso.
Cuando
confiamos en el nombre de DIOS, nuestros corazones se llenan de alegría.
Al
someter al control de DIOS nuestros pensamientos, planes, problemas e
interrogantes, aprenderemos a ver las cosas como DIOS las ve.
Y
aunque al hombre no le guste que le marquen el camino a seguir, porque nos
gusta pensar que somos dueños de nuestras vidas, que nosotros somos quienes
decidimos nuestro porvenir. Pero esto solo es una mentira que nos hemos dicho y
creído, solamente DIOS es quien ordena y se cumple, todo lo que ocurre está
dentro de su voluntad.
Esta
es la perfecta soberanía de DIOS y lo mejor que nos ha podido pasar.
Dios les bendiga abundantemente.
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