TIEMPO
DE REFLEXIÓN
“En lugares de verdes pastos me hace descansar; junto a aguas de reposo me conduce”. Salmo 23. 2.
Dice
este salmo que Él nos hará descansar, y que nos llevará a lugares de reposo.
DIOS no nos saca de nuestra realidad, sino que nos anima y fortalece para
afrontar los problemas y situaciones difíciles de la vida. Él es quien nos da
ánimo cuando ya no hay, y fuerzas cuando éstas se han acabado.
“Venid
a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar. Tomad
mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y
hallareis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil y mi carga
ligera”. (Mateo 11. 28 – 30).
En
las tierras desérticas de Judea, el pastor sabía lo agotador que era para el
rebaño andar kilómetros por zonas áridas, bajo los rayos del sol. Pero también
conocía dónde estaban los oasis y allí conducía a sus ovejas para
proporcionarles descanso, alimento y agua en un ambiente apacible.
Las
ovejas cuando están en lugares deleitosos de verde pastos, hacen dos cosas:
comer y descansar, porque se sienten seguras.
A
lo largo de toda su peregrinación por el desierto, al pueblo de Israel nunca le
faltó ninguna de estas dos cosas: el maná enviado del cielo y el agua pura que
manaba de la roca (1 de Corintios 10:3-4).
Esto
fue una clara evidencia del cuidado pastoral que DIOS tuvo a favor de su pueblo
a lo largo de toda su peregrinación por el desierto durante cuarenta años.
Sin
comida ni bebida, el pueblo de DIOS perece, y DIOS nos invita una y otra vez a
fortalecernos en él, en lugares de reposo, en la intimidad con él. Sólo de esta
forma podremos llevar fruto en nuestras vidas que le glorifiquen.
El
verdadero descanso a nuestras vidas lo trae Cristo.
Siempre
es alentador saber que DIOS conoce nuestras circunstancias y las dificultades
por las que atravesamos en la vida, y podemos estar seguros de que a su tiempo
nos conducirá en su sabiduría y bondad hasta su gracia reparadora.
DIOS
es bueno, y siempre buscará lo mejor para sus hijos. Él puede brindarnos un
lugar para descansar de todas nuestras aflicciones.
Un
espacio físico o espiritual en que nuestro corazón encuentre reposo donde
podemos liberarnos de las pesadas cargas de la vida, es la misma presencia de
Dios con nosotros, sin importar el lugar donde estemos.
Ese
lugar de descanso para nuestro corazón, también es un lugar de provisión, donde
el Señor pone a nuestra disposición el agua de vida. Su Palabra es esa agua de
vida que refresca nuestro espíritu, nos purifica, y nos llena de energía para
seguir el camino.
Dijo
Jesús: “El que cree en mí, como ha dicho la Escritura: "De lo más profundo
de su ser brotarán ríos de agua viva."
(Juan
7.38).
Dios les bendiga abundantemente.
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