TIEMPO DE REFLEXIÓN
“Por lo demás, hermanos
míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.”
Efesios 6.10
No es en nuestra propia
fuerza que hayamos el poder necesario para enfrentar las dificultades o los
retos de la vida diaria. La fe es un motor, una fuente de energía inagotable y
de motivación imprescindible. Por esto la escritura nos exhorta a estar firmes
en la fe, (1 Corintios 16.13), y a comprender cuál es la extraordinaria
grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, conforme a la eficacia
de la fuerza de su poder.
Este gran poder con que Dios
nos ayuda en todo no tiene límites, con ese mismo poder Dios resucitó a Cristo
y lo sentó a la derecha de su trono, (Efesios 1.19 - 20).
Por lo tanto, clamemos a Dios para que seamos fortalecidos en nuestro interior por medio del poder de su Espíritu (Efesios 3.16), para que no decaiga nuestro ánimo, para que hallemos la motivación correcta y para que todo lo que hagamos, lo hagamos por la fortaleza que Dios nos da, (1 Pedro 4.11).
Por lo tanto, clamemos a Dios para que seamos fortalecidos en nuestro interior por medio del poder de su Espíritu (Efesios 3.16), para que no decaiga nuestro ánimo, para que hallemos la motivación correcta y para que todo lo que hagamos, lo hagamos por la fortaleza que Dios nos da, (1 Pedro 4.11).
Porque con nuestra fe es la
forma de vencer.
Así que seamos fuertes y valientes, esto un mandato del Señor, no en nuestra propia fuerza sino en el poder de Dios, porque Él prometió que estará con nosotros donde quiera que vayamos, (Josué 1.7 - 9). Porque su Espíritu está en nosotros por medio de la fe en su hijo amado.
Así que seamos fuertes y valientes, esto un mandato del Señor, no en nuestra propia fuerza sino en el poder de Dios, porque Él prometió que estará con nosotros donde quiera que vayamos, (Josué 1.7 - 9). Porque su Espíritu está en nosotros por medio de la fe en su hijo amado.
Dios les bendiga
abundantemente.
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