UN
MOMENTO CON DIOS
Mantener
el gozo
"Que en Ti se alegren y gocen todos cuantos Te buscan; los que anhelan Tu salvación digan en todo momento: “¡Sea alabado el Señor!”. (Salmo 40. 16)
Aunque
algunas personas usan las palabras 'felicidad' y 'gozo' como sinónimos, pero
hay una inmensa diferencia en su significado.
La
primera, la felicidad, depende totalmente de las circunstancias. En cambio, el
gozo es un regalo de DIOS que hace posible que los creyentes encuentren paz y
esperanza, incluso cuando la vida se les esté viniendo abajo.
Sin
embargo, hay tiempos en que los cristianos viven sin gozo. Por supuesto, la
conducta pecaminosa es una razón. Pero también puede haber otras razones, entre
ellas el remordimiento por los errores del pasado, el temor a futuras
calamidades, o un patrón de descontento arraigado en nuestra personalidad.
Si
tú sigues a Jesús, pero careces de gozo, dedícate un momento para recordar
quién es Cristo, quién es Él en nosotros y quién somos nosotros en Él.
Para
comenzar, si hemos recibido a Cristo en nuestro corazón, como nuestro Señor y
Salvador:
- Cristo
ya entró a nuestra vida,
- Nuestros
pecados han sido perdonados,
- Somos
hijos de DIOS,
- Hemos
recibido la vida eterna,
- Nuestro
nombre está escrito en el libro de la vida del Cordero, y
- hemos
comenzado a vivir la gran aventura para lo cual DIOS nos creó.
El
amor del Todopoderoso es incondicional, y el Espíritu que mora en nosotros
nunca nos abandonará. Él sabe todo lo que nosotros estamos enfrentando, y
promete proveer para nuestras necesidades.
Si nos
detenemos a pensar en las maravillosas bendiciones que ya tenemos en Cristo, lo
más probable es que la gratitud nos abrume. Es posible que todavía sintamos
tristeza por nuestras circunstancias, pero el gozo del Señor nos sostendrá aún
en medio del dolor más profundo.
¿Nos
sostiene el gozo del Señor, tanto en los buenos como en los malos tiempos? ¿O
las pruebas nos dejan sentimientos de desánimo y descontento?
Nuestro
Padre celestial nos ofrece la fortaleza para soportar. Recordemos siempre el
inmenso tesoro que tenemos en Él y en Sus promesas como la que encontramos en
el Salmo 23.4 "Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré
mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán
aliento.".
El
estar en su presencia y disfrutar de su comunión intima, es el gozo más grande
que todo ser humano podrá poseer. Nada se compara al gozo de estar en su
presencia y disfrutar de la plenitud de todo lo que el Señor nos brinda. Así
nos declara el Salmista en Salmo 16. 11, “me mostrarás la senda de la vida; En
tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre.” ¡Gloria
a Dios que en el lugar secreto de oración no hay escases de gozo! Cuando
habitamos en su presencia nuestro corazón se llena de un gozo incomparable. En
este día no busquemos el gozo en ningún otro lugar, más que en su presencia.
Dios
les bendiga abundantemente.
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