UN
MOMENTO CON DIOS
Cuando
nos equivocamos
“Y en el desierto has visto que el señor tu DIOS, te ha traído, como trae el hombre a su hijo, por todo el camino que habéis andado, hasta llegar a este lugar” (Deuteronomio 1. 31)
Nuestro
historia personal, desde su comienzo al presente; y del presente hacia su
final, no ha estado ni estará a la deriva, aunque por momentos nosotros así lo
hayamos sentido.
A lo
largo de nuestro caminar por esta vida, Dios ha estado pendiente de todos
nuestros pasos.
Es
cierto que hubo momentos que dimos pasos errados, que tuvimos que enfrentar sus
consecuencias de tristeza, dolor y frustración. Pero eso no indica que Dios
estaba desentendido de ellos.
DIOS
sabía perfectamente lo que decidíamos y la acción que eso conllevaba de nuestra
parte; pero nos dejó actuar aún en aquellas decisiones que no eran las
correctas.
Dios
permitió que nos equivocáramos, para que nos diésemos cuenta de lo importante
que es tomarle en cuenta a ÉL en cada paso que demos, por muy pequeño e
insignificante que parezca.
Dios
ha mostrado en su Palabra, cuáles son las pautas claras y precisas que hemos de
tomar en cuenta en nuestras decisiones por la vida.
Las
decisiones no se toman por lo que nosotros pensamos que así es; no se toman por
los sentimientos que dominan nuestro corazón; ni tampoco por los deseos que tenemos.
Las
verdaderas decisiones se toman teniendo como única base las pautas doctrinales,
éticas y morales que nuestro Señor Jesucristo ha dejado establecidas en forma
clara en su Palabra…
Si
tomas otra base, vamos por mal camino.
“¡¡¡Ahhh!!!
Si en el pasado hubiésemos decidido y actuado conforme a esas pautas, cuántos
dolores nos habríamos evitado”, palabras que muchos de nosotros hemos podido
expresar alguna vez; pero lo importante es que un día lleguemos a comprender
que para tener el respaldo de Dios en todo lo que emprendamos, debemos de tomar
en cuenta no solamente nuestros puntos de vista, sino principalmente los de ÉL.
Así
que no nos olvidemos de tomar en cuenta a Dios en todos nuestros proyectos para
que todo nos salga bien; es más, ÉL en su soberanía sabia y perfecta es Quien
nos ha sacado de donde estábamos, para traernos allí donde justamente estamos
hoy, pero también para conducirnos en Su voluntad hacia donde ÉL lo tiene
preparado, hasta cuando llegue el momento de nuestro paso final por este mundo.
Si
Dios permitió que nos equivocáramos, fue para enseñarnos que somos libre; pero
esa libertad nos trae consecuencias de mal o de bien; de mal si vivimos en posición
contraria al punto de vista de Dios; pero de bien si vivimos de acuerdo a los
lineamientos que ÉL ha dejado establecidos en su Palabra.
Recordemos,
pese a nuestros errores pasados, Dios nos ha traído a este punto, para que
aprendamos a caminar de Su mano y en Su voluntad, a través de los áridos,
espinosos y engañosos caminos del mundo.
Él
siempre nos sostendrá y a pesar de nuestros errores, si lo obedecemos nos dará
la victoria.
Dios
les bendiga abundantemente.
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