CADA
DÍA CON DIOS
Recibir
a Jesucristo en nuestro Corazón
Un paso importante para entrar a la vida cristiana es recibir a Cristo en nuestro corazón. A cada persona nueva que llega a la iglesia o que simplemente nos la encontramos en la calle automáticamente le hacemos repetir la oración que consideramos es de Fe.
Para
muchos el pronunciar esta oración es más que suficiente para ser salvos. Tanto
que hacemos que la persona sola o en grupo repita la oración y creemos que ya
todos ahora son salvos.
Bíblicamente
que sería realmente recibir a Cristo en nuestro corazón.
El
recibir a Cristo debe ser mucho más que unas cuantas palabras mágicas. El
recibir a Cristo es una toma de decisión muy importante en la vida de una
persona. El recibir a Cristo involucra algunas cosas que las veremos en el
versículo 3 de 1 Samuel 7 “Habló Samuel a toda la casa de Israel, diciendo: Si
de todo vuestro corazón os volvéis a Jehová, quitad los dioses ajenos y a
Astarot de entre vosotros, y preparad vuestro corazón a Jehová, y sólo a él
servid, y os librará de la mano de los filisteos.”
1.
Volverse a Dios. “Habló Samuel a toda la casa de Israel, diciendo: Si de todo
vuestro corazón os volvéis a Jehová” Si vamos para un barrio que pensamos que
queda en el sur y de pronto recibimos una llamada de nuestro jefe que nos dice
que no era por el sur que es por el norte. ¿Qué haríamos? Lo más seguro es que
pensaríamos en volvernos. Es decir en cambiar de rumbo, volver a
direccionar lo que estábamos haciendo.
Volverse
a Dios significa.
Buscarlo
de todo corazón. Deuteronomio 4. 29 “Mas si desde allí buscares a Jehová tu
Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.” Es
cierto que nuestra primera experiencia con Cristo es a través de alguna
necesidad, pero él quiere que lo sigamos buscando por amor y
agradecimiento.
Amar
a Dios con todas nuestras fuerzas. Deuteronomio 6. 5 “Y amarás a Jehová tu Dios
de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.”
Quitar
todo dios ajeno. No solo basta con quitar las imágenes de la pared, también es
necesario dejar toda cosa o actitud que nos aleja de Dios. Que
cosas se pueden convertir en nuestro dios. El temor, el trabajo, la familia.
Etc. Lucas 14. 25 - 26 “Grandes multitudes iban con él; y volviéndose,
les dijo: 14:26 Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y
mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede
ser mi discípulo” Aborrecer es amar menos que.
Preparar
nuestro Corazón. Estar dispuesto. Esdras era todo un maestro pero el
dispuso su corazón. Esdras 7. 10 “Porque
Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para
cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos.” Estar
preparado es mucho más que tan solo desear. Para un jugador de futbol
profesional el estar en la selección de su país es mucho más que un anhelo o
deseo, además de esto debe estar preparado es decir haber entrenado
fuertemente.
¿Hemos
ya recibido a Cristo en nuestro corazón? Qué bueno pero que tanto nos
estamos preparando para agradarle a Dios.
Servir.
“y sólo a él servid, y os librará de la mano de los filisteos” El servicio es
el resultado de amar a alguien, todo aquel que recibe a Jesucristo en su
corazón y se prepara es inevitable que termine sirviendo con mucha diligencia y
entrega de corazón.
Consecuencias
del Servicio.
Recibe
honra de Dios y de los demás. Juan 12. 26 “Si alguno me sirve, sígame; y donde
yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre
le honrará.”
Dios
da prosperidad y cuida de nosotros en todo momento y situación. Éxodo 23. 25
“Mas a Jehová vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo
quitaré toda enfermedad de en medio de ti.”
Orar.
1 Samuel 7. 5 “Y Samuel dijo: Reunid a todo Israel en Mizpa, y yo oraré por
vosotros a Jehová.” Lo que mejora cualquier relación es la comunicación, la
única forma de mantener una constante y buena relación con Dios es a través de
la oración. Mateo 26. 41 “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el
espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.”
Recibir
a Cristo en nuestro corazón es mucho más que una simple frase, recibir a
Jesucristo en nuestro corazón es tomar la decisión de amarlo y dejar que él nos
gobierne en cada una de nuestras áreas.
Dios
les bendiga abundantemente.
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