CADA
DÍA CON DIOS
No
Compliquemos la Vida
Los problemas que surgen en nuestra vida no son los que nos complican la vida, ya que los problemas son normales y hasta necesarios para crecer.
Lo
que complica nuestra vida es el mal manejo o nuestra mala actitud
frente a los problemas.
Mientras
no llegan los problemas todos tenemos una vida normal. 1 Samuel 1. 5 “Hubo un
varón de Ramataim de Zofim, del monte de Efraín, que se
llamaba Elcana hijo de Jeroham, hijo de Eliú, hijo de Tohu,
hijo de Zuf, efrateo. Y tenía él dos mujeres; el nombre de una era Ana, y
el de la otra, Penina. Y Penina tenía hijos, más Ana
no los tenía…” Hasta aquí podemos ver a una mujer muy feliz lo tenía todo el
amor sincero de su esposo y un deseo vivo de adorar a Dios.
Los
problemas son normales y hasta necesarios para nuestro crecimiento y desarrollo
hasta que se nos convierten en problemas.
1. Cuando
se nos Complica la Vida. Cuando permitimos que los demás o las
circunstancias alteren nuestra forma de ser. 1 Samuel 1. 6 “Y su rival la
irritaba, enojándola y entristeciéndola, porque Jehová no le había concedido
tener hijos.” Ana era feliz hasta que Penina la irritaba lográndola
enojar.
Debemos
entender que todos somos diferentes y que no tenemos por
qué parecernos a los demás.
2.
Cuando nos sentimos inseguros o no disfrutamos de lo que hacemos o lo que
queremos. 1 Samuel 1. 7 “Así hacía cada año; cuando subía a la casa de Jehová,
la irritaba así; por lo cual Ana lloraba, y no comía.” Notemos algo
importante. Penina la irritaba cada año cuando sabía que Ana quería
lograr su propósito de estar en la presencia de Dios.
3.
Cuando no valoramos lo que tenemos. 1 Samuel 1. 8 “Y Elcana su marido
le dijo: Ana, ¿por qué lloras? ¿Por qué no comes? ¿y por qué está afligido tu
corazón? ¿No te soy yo mejor que diez hijos?” No desistamos de nuestros sueños, pero
no despreciemos lo que tenemos. La infelicidad en una persona comienza cuando
no disfruta lo que tiene por estar anhelando lo que no tiene.
4.
Cuando no hablamos a tiempo. 1 Samuel 1. 16 “No tengas a tu sierva por una
mujer impía; porque por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he
hablado hasta ahora.” Los problemas compartidos son más fáciles de
llevar y de resolver.
Como
evitar complicarse la vida.
1.
Estableciéndose un Propósito. 1 Samuel 1. 11 “E hizo voto, diciendo: Jehová de
los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares
de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo
varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja
sobre su cabeza.” Todo lo que hacemos debe tener una razón de
ser.
2.
Creyendo que Jesucristo nos ayuda a conseguir nuestros Propósitos. 1 Samuel 1.
17 “Elí respondió y dijo: Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la petición
que le has hecho.” Si no sabemos que es lo que queremos y estamos dispuestos a
esforzarnos, Jesucristo nos puede ayudar.
3.
Tomar la decisión de vivir en paz. 1 Samuel 1. 18 “Y ella dijo: Halle tu sierva
gracia delante de tus ojos. Y se fue la mujer por su camino, y comió, y no
estuvo más triste.” El ser feliz o infeliz es nuestra decisión, los problemas
siempre van a estar ahí, de nosotros depende como los vemos, como una
oportunidad para mejorar o como un obstáculo para avanzar.
4.
Cumpliendo lo pactado. 1 Samuel 1. 24 “Después que lo hubo destetado, lo llevó
consigo, con tres becerros, un efa de harina, y una vasija de vino, y
lo trajo a la casa de Jehová en Silo; y el niño era pequeño.” La vida sería
menos complicada si aprendiéramos a cumplir con lo que nos
comprometemos.
Los obstáculos
y los problemas son el pan de cada día es por esto que se hace necesario que
aprendamos a combatirlos.
Dios
les bendiga abundantemente.
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