viernes, 6 de agosto de 2021

Cada día... No compliquemos la vida.

 


CADA DÍA CON DIOS

No Compliquemos la Vida

 

Los problemas que surgen en nuestra vida no son los que nos complican la vida, ya que los problemas son normales y hasta necesarios para crecer. 

Lo que complica nuestra vida es el mal manejo o nuestra mala actitud frente a los problemas. 

Mientras no llegan los problemas todos tenemos una vida normal. 1 Samuel 1. 5 “Hubo un varón de Ramataim de Zofim, del monte de Efraín, que se llamaba Elcana hijo de Jeroham, hijo de Eliú, hijo de Tohu, hijo de Zuf, efrateo. Y tenía él dos mujeres; el nombre de una era Ana, y el de la otra, Penina. Y Penina tenía hijos, más Ana no los tenía…” Hasta aquí podemos ver a una mujer muy feliz lo tenía todo el amor sincero de su esposo y un deseo vivo de adorar a Dios. 

Los problemas son normales y hasta necesarios para nuestro crecimiento y desarrollo hasta que se nos convierten en problemas.  

1. Cuando se nos Complica la Vida.  Cuando permitimos que los demás o las circunstancias alteren nuestra forma de ser. 1 Samuel 1. 6 “Y su rival la irritaba, enojándola y entristeciéndola, porque Jehová no le había concedido tener hijos.” Ana era feliz hasta que Penina la irritaba lográndola enojar. 

Debemos entender que todos somos diferentes y que no tenemos por qué parecernos a los demás. 

2. Cuando nos sentimos inseguros o no disfrutamos de lo que hacemos o lo que queremos. 1 Samuel 1. 7 “Así hacía cada año; cuando subía a la casa de Jehová, la irritaba así; por lo cual Ana lloraba, y no comía.” Notemos algo importante. Penina la irritaba cada año cuando sabía que Ana quería lograr su propósito de estar en la presencia de Dios. 

3. Cuando no valoramos lo que tenemos. 1 Samuel 1. 8 “Y Elcana su marido le dijo: Ana, ¿por qué lloras? ¿Por qué no comes? ¿y por qué está afligido tu corazón? ¿No te soy yo mejor que diez hijos?” No desistamos de nuestros sueños, pero no despreciemos lo que tenemos. La infelicidad en una persona comienza cuando no disfruta lo que tiene por estar anhelando lo que no tiene.  

4. Cuando no hablamos a tiempo. 1 Samuel 1. 16 “No tengas a tu sierva por una mujer impía; porque por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he hablado hasta ahora.” Los problemas compartidos son más fáciles de llevar y de resolver. 

Como evitar complicarse la vida. 

1. Estableciéndose un Propósito. 1 Samuel 1. 11 “E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.” Todo lo que hacemos debe tener una razón de ser. 

2. Creyendo que Jesucristo nos ayuda a conseguir nuestros Propósitos. 1 Samuel 1. 17 “Elí respondió y dijo: Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho.” Si no sabemos que es lo que queremos y estamos dispuestos a esforzarnos, Jesucristo nos puede ayudar. 

3. Tomar la decisión de vivir en paz. 1 Samuel 1. 18 “Y ella dijo: Halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Y se fue la mujer por su camino, y comió, y no estuvo más triste.” El ser feliz o infeliz es nuestra decisión, los problemas siempre van a estar ahí, de nosotros depende como los vemos, como una oportunidad para mejorar o como un obstáculo para avanzar. 

4. Cumpliendo lo pactado. 1 Samuel 1. 24 “Después que lo hubo destetado, lo llevó consigo, con tres becerros, un efa de harina, y una vasija de vino, y lo trajo a la casa de Jehová en Silo; y el niño era pequeño.” La vida sería menos complicada si aprendiéramos a cumplir con lo que nos comprometemos. 

Los obstáculos y los problemas son el pan de cada día es por esto que se hace necesario que aprendamos a combatirlos.

Dios les bendiga abundantemente.

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