CADA
DÍA CON DIOS
No
Cambies tu Manera de Ser
Las personas que son agradables ante los demás lo que los identifica es su manera de ser, son cordiales, serviciales, alegres, emprendedores, buenos conversadores. Etc.
Lo
triste es que con el pasar de los tiempos muchas de estas personas empiezan a
cambiar, dejan de ser lo que son y se transforman en otra persona muy
diferente.
David
era un hombre con una esencia de guerrero, luchador y un vencedor. No les tenía
miedo, a los leones a los osos o a los gigantes.
A
pesar de que David era un gran hombre con muy buenas características su esencia
cambio y lógicamente su comportamiento también. 1 Samuel 21. 13 “Y cambió su
manera de comportarse delante de ellos, y se fingió loco entre ellos, y
escribía en las portadas de las puertas, y dejaba correr la saliva por su
barba” Cuantas veces hemos actuado de esa misma forma llevados por los
problemas de cada día.
Que
hace que nuestra forma de ser cambie.
1.
Relacionarnos con personas que no son nuestros amigos. 1 Samuel 21. 10 “Y
levantándose David aquel día, huyó de la presencia de Saúl, y se fue
a Aquis rey de Gat.” La desesperación muchas veces nos hace
relacionar con personas que quieren nuestro mal.
2.
Escuchar cometarios que nos desaniman. 1 Samuel 21.11 “Y los siervos
de Aquis le dijeron: ¿No es este David, el rey de la tierra? ¿No es
éste de quien cantaban en las danzas, diciendo: ¿Hirió Saúl a sus miles Y
David a sus diez miles?” Hay comentarios que nos estimulan a seguir luchando,
pero hay otros cometarios que nos desaniman y nos quitan el
impulso.
Los
seres humanos somos influenciables, por lo general actuamos de acuerdo a lo que
oímos, lo que oímos es lo que se alberga en nuestro corazón.
3.
No controlar nuestras emociones. 1 Samuel 21. 12 a “Y David puso en su corazón
estas palabras,” Nuestras emociones son importantes porque nos hacen sentir
vivos, pero las emociones descontroladas nos meten en
problemas.
Las
emociones nos hacen tomar malas decisiones, las emociones son engañosas.
Jeremías 17. 9 “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y
perverso; ¿quién lo conocerá?”
4.
Dejarse dominar por el miedo. 1 Samuel 21. 12 b “y tuvo gran temor
de Aquis rey de Gat.” Los hombres valientes no son los que no
tienen miedo, los hombres valientes son aquellos que saben controlar sus
miedos.
El
Miedo nace y se desarrolla en nuestra mente. Nosotros somos lo que nos
sentimos, si nos sentimos fuertes lo seremos, si nos sentimos débiles de esa
forma actuaremos. Joel 3. 10 “Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de
vuestras hoces; diga el débil: Fuerte soy”
5.
Llenarnos de ansiedad. 1 Pedro 5. 7 “echando toda vuestra ansiedad sobre él,
porque él tiene cuidado de vosotros.” la ansiedad nos hace perder la paciencia
y la falta de paciencia nos hace cambiar nuestra forma de ser.
6.
Tomar demasiadas cargas más de las que podemos soportar. Éxodo 18. 17- 18
“Entonces el suegro de Moisés le dijo: No está bien lo que haces. Desfallecerás
del todo, tú, y también este pueblo que está contigo; porque el trabajo es demasiado
pesado para ti; no podrás hacerlo tú solo.” Las demasiadas cargas terminan
causando estrés y el estrés causa mal genio y diferentes
enfermedades psicosomáticas.
Debemos
dar lo mejor de nosotros en lo que hacemos, pero también debemos dar lo mejor
para nosotros mismos. Nunca olvidemos de nuestros tiempos de descanso.
7.
Esperar reconocimiento de parte de los hombres. Colosenses 3. 23 - 24 “Y todo
lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los
hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque
a Cristo el Señor servís.” Cuando hacemos las cosas esperando que el hombre nos
reconozca por lo general nos decepcionamos y ya no queremos servir.
Nuestra
motivación para hacer las cosas debe ser el amor por ellas y no por lo que
esperamos recibir, lo que recibimos por hacer lo que amamos no
es más que añadiduras.
Dios
quiere que vivamos felices y para eso nos ha llenado de su esencia.
Dios es amor. No permitamos que los problemas del mundo endurezcan nuestro
corazón cambiando nuestra manera de ser.
Dios
les bendiga abundantemente.
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