CADA
DÍA CON DIOS
Como
Proteger a un Hijo
Proteger es mucho más que evitar que a nuestros hijos o a quienes tenemos bajo nuestro cuidado les pase algo malo.
Muchos
de nosotros en nuestro afán de proteger caemos en la sobreprotección.
La
sobreprotección inutiliza, la protección empodera.
David
cometido un error y ahora estaba a punto de atacar a su propio pueblo o quedar
al descubierto ante sus enemigos. 1 Samuel 28. 1 - 2 “Aconteció en aquellos días, que los
filisteos reunieron sus fuerzas para pelear contra Israel. Y
dijo Aquis a David: Ten entendido que has de salir conmigo a campaña,
tú y tus hombres. Y David respondió a Aquis: Muy bien, tú sabrás lo que
hará tu siervo. Y Aquis dijo a David: Por tanto, yo te constituiré guarda
de mi persona durante toda mi vida”
Un
padre protector deja que sus hijos vivan sus propias experiencias para que
aprendan de ellas, pero están pendientes para ayudarlos cuando
lo necesiten.
Dios
permitió que David fuera a donde sus enemigos, pero no permitiría que
David se enfrente a su propio pueblo y mucho menos permitiría que sea
descubierto y asesinado por los enemigos.
En
este caso los enemigos de David eran físicos, en nuestro caso nuestros enemigos
están dentro de nosotros, son nuestros propios temores, traumas, malas costumbres como
pereza, desorden. Etc.
Un
padre protector no les construye a sus hijos un mundo especial para
ellos donde no sean tocados por sus enemigos.
Un
padre protector prepara a sus hijos para que se enfrenten a sus enemigos y
salgan victoriosos.
Dios
permitió que los príncipes de los filisteos desconfiaran de David. 1
Samuel 29. 4 “Entonces los príncipes de los filisteos se enojaron contra él, y
le dijeron: Despide a este hombre, para que se vuelva al lugar que le
señalaste, y no venga con nosotros a la batalla, no sea que en la batalla se
nos vuelva enemigo; porque ¿con qué cosa volvería mejor a la gracia de su señor
que con las cabezas de estos hombres?” Con Dios nada sucede por casualidad. Dios
no permitiría que David se enfrente a su propio pueblo.
Dios
permite que salgamos por la puerta grande. 1 Samuel 29. 7 “Vuélvete, pues, y vete en paz, para no
desagradar a los príncipes de los filisteos.” David salió con el visto
bueno del rey.
Un
padre protector no les impide a sus hijos que ellos tomen decisiones, si se
equivocan él está ahí para ayudarles a salir del problema, esto es lo
que hizo Dios con David.
Como
es un padre protector.
1.
Entrena a sus hijos para la Batalla. Salmos 144. 1 “Bendito sea Jehová, mi
roca, Quien adiestra mis manos para la batalla, Y mis dedos para la guerra;”
Dios como buen Padre que es no nos hace todo lo que tenemos que
hacer, él nos prepara para que nosotros actuemos y luchemos.
Un
dicho popular dice no le des a tus hijos un pez, enséñales a pescar.
Nuestros hijos deben saber que las batallas de ellos son ellos quienes las
tienen que pelear.
2.
No les evita los sufrimientos, les ofrece su acompañamiento. Isaías 43. 2
“Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te
anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en
ti.”
El
error de muchos padres es que no quieren que sus hijos sufran lo que ellos
sufrieron. Antes de tomar esta determinación recordemos que, si tenemos algo es
precisamente porque sufrimos, porque nos costó conseguirlo.
Muchos
de los jóvenes de esta generación no tienen nada porque sus padres les dan todo
gusto y les han impedido luchar por lo suyo.
Dios
permite que pasemos por circunstancias difíciles para que aprendamos, pero él
siempre está pendiente de nosotros al igual que una madre o un padre permiten
que sus hijos pequeños hagan ciertas cosas, pero ellos están ahí listos para
intervenir si los hijos corren peligro. Recordemos si queremos que nuestros
hijos sean prósperos, protejámoslos más no los sobreprotejamos.
Dios
les bendiga abundantemente.
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