CADA
DÍA CON DIOS
Un
Pueblo Honesto
Jesucristo no solo quiere hablarnos sobre cómo obtener la salvación y cómo hacer para no irnos al infierno.
A
través de su Palabra Dios quiere enseñarnos a tener vidas de excelencia, es
decir nos enseña a cada día vivir bien o mejor de cómo podemos estar
viviendo.
En
este capítulo 25 Dios les está enseñando a su pueblo que la única forma de
poder vivir bien en comunidad es decir para tener una excelente convivencia se
necesita que todos los miembros del pueblo sean honestos.
Una
persona honesta es aquella que antepone sus valores en cualquier situación de
su vida.
La
honestidad es mucho más que un simple acto bueno, una persona honesta es
integral, sus valores se ven reflejados en cada una de sus
actividades.
Como
es el comportamiento de una persona honesta.
1. No
busca ganancias ilícitas en sus negocios. Deuteronomio 25. 13 - 15 “No
tendrás en tu bolsa pesa grande y pesa chica, ni tendrás en tu
casa efa grande y efa pequeño. Pesa exacta y justa
tendrás; efa cabal y justo tendrás, para que tus días sean
prolongados sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.” La identificación
de un verdadero cristiano no solo está en el portar una Biblia debajo
del brazo, un verdadero cristiano se lo conoce en su forma honesta de
actuar.
Devuelve
el dinero si alguien le da más dinero del que tenía que recibir al comprar o al
vender algo. Hay cristianos que creen que es una bendición cuando alguien le da
más de lo que tenía que recibir.
Paga
a tiempo los dineros que debe, no busca pretextos para no cumplir con sus
obligaciones financieras.
2. Es
responsable con sus compromisos. Mateo 5. 37 “Pero sea vuestro
hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.” Es
confiable, si puede responder dice si, si no puede responder dice No.
Trabaja
las horas pactadas con su empleador, muchos cristianos utilizan el
tiempo por el cual le pagan en hacer llamadas personales en su celular.
Exige
derechos, pero también cumple con sus deberes, muchas personas exigen que todo
el mundo les cumpla, pero ellos no lo hacen.
3. Es
una persona diligente. Romanos 12. 11 “En lo que requiere diligencia, no
perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor” Las personas
honestas siempre hacen las cosas a tiempo.
La
pereza es una de las causantes para que una persona empiece el camino
de la deshonestidad.
Las
personas deshonestas por lo general siempre viven de excusas para no hacer las
cosas que tienen que hacer.
Las
excusas nos hacen quedar bien, pero nos impiden avanzar y mejorar a través de
la corrección.
4. Una
persona honesta es aquella que habla y actúa conforme a lo que dice que es
correcto. Gálatas 6. 1 “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna
falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre,
considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.” Algunas
personas saben mucho acerca de cómo hacer las cosas de manera correcta, el
problema es que ellos no lo hacen.
No podemos
exigirles a otros lo que nosotros no somos capaces de hacer, si quieres que los
demás sean honesto comienza por serlo tú.
5. No
habla ni actúa para agradar a los demás. Salmos 12. 3 “Jehová destruirá
todos los labios lisonjeros, Y la lengua que habla jactanciosamente” Las
personas deshonestas alaban a los demás solo para obtener su
beneplácito.
Las
personas honestas son sinceras, esto no quiere decir que amparándonos en la
sinceridad ofendamos a los demás con nuestra forma de hablar.
Podemos
decir la verdad con palabras refinadas, muchas personas dicen no tener pelos en
la lengua y es verdad, no tienen pelos, pero parece que tienen cuchillas,
cada vez que hablan hieren y lastiman.
Ser
honesto es mucho más que tan solo decir la verdad, ser honesto es tener la
capacidad de actuar bien en cualquier área de nuestra vida.
Dios
les bendiga abundantemente.
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