CADA
DÍA CON DIOS
Manteniéndose
en la Cima
Los hijos de Dios estamos hechos para escalar grandes montañas, estamos hechos para estar en la cima, es decir estamos hechos para ser cabeza y no cola.
Deuteronomio 28. 13 “Y te pondrá el Señor a la cabeza y no a la cola, solo estarás encima y nunca estarás debajo, si escuchas los mandamientos del Señor tu Dios que te ordeno hoy, para que los guardes cuidadosamente;”Dios
preparo a su pueblo para que poseyera grandes naciones. Deuteronomio 9. 1 “Oye, Israel: tú vas hoy a pasar el Jordán,
para entrar a desposeer a naciones más numerosas y más poderosas que tú,
ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo”
En
nuestro caso esas grandes naciones pueden ser grandes propósitos o grandes
metas.
Los
hijos de Dios no estamos hechos para vivir en mediocridad o resignación.
Lograr
grandes cosas puede resultar relativamente fácil. Lo difícil muchas veces es el
mantenerse en la cima.
Como
mantenerse en la cima.
1.
Entendiendo que es por causa de Dios que llegamos a la cima. Deuteronomio 9. 3 “Entiende, pues, hoy, que es Jehová tu Dios
el que pasa delante de ti como fuego consumidor, que los destruirá y humillará
delante de ti; y tú los echarás, y los destruirás en seguida, como Jehová te
ha dicho” Debemos entender que sin Jesucristo nada podemos hacer
a si seamos las personas más hábiles de la tierra. Juan 15. 5 “Yo soy la vid,
vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho
fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.”
2.
No es porque seamos los mejores que Dios nos ayuda. Deuteronomio 9. 4 “No
pienses en tu corazón cuando Jehová tu Dios los haya echado de delante de ti,
diciendo: Por mi justicia me ha traído Jehová a poseer esta tierra; pues por la
impiedad de estas naciones Jehová las arroja de delante de ti.” Hay muchos
hijos de Dios que sin mucha preparación secular son muy bendecidos.
3.
Es por la misericordia de Dios. Deuteronomio 9. 5 “No por tu justicia, ni por
la rectitud de tu corazón entras a poseer la tierra de ellos, sino por la
impiedad de estas naciones Jehová tu Dios las arroja de delante de ti, y
para confirmar la palabra que Jehová juró a tus padres Abraham, Isaac
y Jacob.” Todos fallamos de una o de otra forma, Jesucristo nos ayuda porque él
es bueno y perdona nuestros pecados a pesar de que no lo merecemos.
4.
Entendiendo que no somos muy buenos como para merecer lo que tenemos. Deuteronomio
9. 6 “Por tanto, sabe que no es por tu
justicia que Jehová tu Dios te da esta buena tierra para tomarla; porque pueblo
duro de cerviz eres tú” Por más que tratemos de portarnos bien,
siempre tenemos el riesgo de fallar delante de Dios y de los demás.
5.
Recordando nuestras equivocaciones para poder corregir. Deuteronomio 9. 16 “Y miré, y he aquí habíais pecado contra
Jehová vuestro Dios; os habíais hecho un becerro de fundición, apartándoos
pronto del camino que Jehová os había mandado” No hay perfección sin
corrección.
6.
Humillándose ante Dios y siendo humilde. Deuteronomio 9. 18 “Y me postré delante de Jehová como antes,
cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua, a causa de todo
vuestro pecado que habíais cometido haciendo el mal ante los ojos de Jehová
para enojarlo” Debemos buscar a Dios siempre con mucha bendición o
con poca.
7.
Preocupándose por el bienestar de los demás. Deuteronomio 9. 20 “Contra Aarón
también se enojó Jehová en gran manera para destruirlo; y también oré por Aarón
en aquel entonces” El egoísmo causa estancamiento en los procesos de
superación.
8.
Dando razones y argumentos en lugar de exigir e imponer. Deuteronomio 9. 26 - 29
“Y oré a Jehová, diciendo: Oh Señor Jehová, no destruyas a tu pueblo y a tu
heredad que has redimido con tu grandeza, que sacaste de Egipto con mano
poderosa. Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac y Jacob; no mires a la dureza
de este pueblo, ni a su impiedad ni a su pecado” Cuidar por el
bienestar de los demás es cuidarnos a nosotros mismos.
9.
Cuidándose para no caer. 1 Corintios 10. 12 “Así que, el que piensa
estar firme, mire que no caiga.” Preparándose, innovando, luchando por
cada día ser mejor. Etc.
Llegar
a la cima de nuestros sueños es difícil pero más difícil todavía es mantenerse
en la cima. Esforcémonos, seamos agradecidos con Dios y las personas que nos han
ayudado a subir y podremos mantenernos en la cima.
Dios
les bendiga abundantemente.
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