CADA
DÍA CON DIOS
Consiguiendo
Metas
Todos de una o de otra forma tenemos algo que queremos conseguir a eso se le puede llamar una meta.
Por
lo tanto, es normal que todos tengamos metas o propósitos que anhelemos
conseguir, el hecho que todos tengamos metas no significa que todos
las podamos alcanzar.
Dios
quería que su pueblo fuera el mejor y que alcanzara todas sus metas
principalmente la de llegar a la tierra prometida. Por eso el mismo
se propone ayudarles a conseguirlo.
Como
Conseguir nuestras Metas.
1.
No Permaneciendo demasiado tiempo en un mismo lugar. Deuteronomio 2.
3 “Bastante habéis rodeado este monte; volveos al norte.” La rutina y el
acomodamiento hace que no avancemos.
El
acomodamiento hace que no nos esforcemos por cosas mayores a las que tenemos y
muchas veces llegamos a la resignación.
2.
No perdiendo el tiempo en peleas innecesarias. Deuteronomio 2. 5 “No os metáis con ellos, porque no os daré
de su tierra ni aun lo que cubre la planta de un pie; porque yo he dado por
heredad a Esaú el monte de Seir.” El ocuparnos en
cosas innecesarias hace que nos alejemos de nuestra verdadera
meta.
3.
Entendiendo que no todo es gratuito. Deuteronomio 2. 6 - 7 “Compraréis de ellos
por dinero los alimentos, y comeréis; y también compraréis de ellos el agua, y
beberéis; pues Jehová tu Dios te ha bendecido en toda obra de tus manos; él
sabe que andas por este gran desierto; estos cuarenta años Jehová tu Dios ha
estado contigo, y nada te ha faltado.” Conseguir nuestras metas cuesta.
3.1.
El costo no siempre es económico. Debemos pagar con esfuerzo, dedicación,
madrugar, trasnochar. Etc.
4.
No mirando las cosas que no son para nosotros. Deuteronomio 2. 9 “Y Jehová me dijo: No molestes a Moab,
ni te empeñes con ellos en guerra, porque no te daré posesión de su tierra;
porque yo he dado a Ar por heredad a los hijos de Lot.” La infelicidad comienza
cuando no valoramos lo que tenemos por estar anhelando lo que no tenemos.
5. Desacomodándonos.
Muchas veces queremos lo más fácil o lo más cerca. Deuteronomio 2. 24 a
“Levantaos, salid, y pasad el arroyo de Arnón; he aquí he entregado en tu
mano a Sehón rey de Hesbón, amorreo, y a su tierra;” Las cosas
importantes cuestan y son difíciles de conseguir. El día en que las cosas
importantes dejen de costar también dejan de ser importantes.
6.
Actuando en el momento oportuno. Deuteronomio 2. 24 b “comienza a tomar
posesión de ella, y entra en guerra con él.” Las personas organizadas saben que
para todo hay tiempo.
Ecleciastes3.
1 - 3 “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su
hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de
arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y
tiempo de edificar”
7.
Entendiendo que hay cosas que no nos conviene. Deuteronomio 2. 37 “Solamente a la tierra de los hijos de Amón
no llegamos; ni a todo lo que está a la orilla del arroyo de Jaboc ni
a las ciudades del monte, ni a lugar alguno que Jehová nuestro Dios había
prohibido.” No es importante lo que queremos, sino lo que nos conviene,
hay cosas que nuestra alma anhela, pero son perjudiciales para
nosotros.
8.
No anhelando el pasado. Filipenses 3. 13 a “Hermanos, yo mismo no pretendo
haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda
atrás” Si el pasado no nos impulsa a lograr nuestras metas en el presente es
mejor olvidarlo.
9.
Esforzarnos por seguir siempre Adelante. Filipenses 3. 13 b “, y extendiéndome
a lo que está delante,”
10. Teniendo un Propósito
Claro. 1 corintios 9: 26 “Así que, yo de esta manera corro, no como a
la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire,”
De
nada sirve tener grandes metas para nuestra vida si no sabemos cómo
conseguirlas. Fijemos siempre nuestra mirada en el objetivo que nos hemos
planteado, no nos detengamos y siempre confiemos en Jesús.
Dios
les bendiga abundantemente.
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