domingo, 23 de mayo de 2021

Cada día... Evitando una vida de maldición.

 


CADA DÍA CON DIOS

Evitando una Vida en Maldición

 

Los seres humanos solo podemos vivir de dos formas, podemos vivir en bendición o podemos vivir en maldición. 

De la forma como queremos vivir es nuestra decisión. 

Son nuestros actos los que nos permiten vivir en bendición o en maldición, es decir nuestro comportamiento determina si vivimos bien o vivimos mal. 

La maldición no está en no tener o ser pobre, una persona bendita sabe vivir bien en la abundancia o en la escases. Filipenses 4. 12 “Sé vivir en pobreza, y sé vivir en prosperidad; en todo y por todo he aprendido el secreto tanto de estar saciado como de tener hambre, de tener abundancia como de sufrir necesidad.” 

De la forma como nosotros pensamos es como vivimos. Pero no todo es culpa del negativismo. Para vivir bien es necesario actuar bien. Una buena actitud ayuda mucho en cuanto a cómo nos va en la vida. 

En la Palabra de Dios se habla de la ley de la siembra y la cosecha, lo que sembramos es lo que cosechamos, en el mundo secular se habla de la ley de la compensación o que cada acción tiene una reacción positiva o negativa. 

Porque se vive en Maldición. 

1. Desplaza a Dios por la Idolatría. Deuteronomio 27. 15 “Maldito el hombre que hiciere escultura o imagen de fundición, abominación a Jehová, obra de mano de artífice, y la pusiere en oculto. Y todo el pueblo responderá y dirá: Amén.” Un ídolo no necesariamente es algo hecho de barro, cualquier cosa que desplace a Dios es un ídolo: el dinero, la gente, los deportes etc. 

No es malo que tengamos dinero, practiquemos algún deporte o amemos a nuestros seres queridos. Lo malo es cuando nuestro amor es tan excesivo que desplaza a Dios de nuestro corazón. 

2. Deshonra a sus padres o superiores. Deuteronomio 27. 16 “Maldito el que deshonrare a su padre o a su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén.” El honrar a nuestros padres genera bendición en nuestra vida. Efesios 6. 2 “Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa”     

3. No respeta la propiedad ajena. Deuteronomio 27.  17 “Maldito el que redujere el límite de su prójimo. Y dirá todo el pueblo: Amén.” La única forma de vivir en paz es si aprendemos a respetar a los demás.  

4. Se burla y se aprovecha de las limitaciones de los demás. Deuteronomio 27. 18 “Maldito el que hiciere errar al ciego en el camino. Y dirá todo el pueblo: Amén”

5. Siendo Injusto con los demás. Deuteronomio 27. 19 “Maldito el que pervirtiere el derecho del extranjero, del huérfano y de la viuda. Y dirá todo el pueblo: Amén” Las personas que se aprovechan de los demás pueden llegar a tener riquezas, pero viven mal. 

6. Quienes causan dolor y vergüenza a sus padres y a los demás. Deuteronomio 27.  20 “Maldito el que se acostare con la mujer de su padre, por cuanto descubrió el regazo de su padre. Y dirá todo el pueblo: Amén” Los hijos debemos honrar a nuestros padres no importa la condición en la que puedan estar. 

7. No practicar una sexualidad sana. Deuteronomio 27.  21 “Maldito el que se ayuntare con cualquier bestia. Y dirá todo el pueblo: Amén.” Una sexualidad sana tiene que ver con su manera de pensar, nuestra forma de pensar determina nuestro comportamiento. 

Una mala forma de pensar en lo sexual nos puede llevar a la depravación. Deuteronomio 27.  22 “Maldito el que se acostare con su hermana, hija de su padre, o hija de su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén.” 

8. Hacer daño a las demás personas. Deuteronomio 27.  24 “Maldito el que hiriere a su prójimo ocultamente. Y dirá todo el pueblo: Amén.” Todo el mal que hacemos a los demás se nos devuelve como un bumerang.  

9. El que no pone en práctica las normas de Dios. Deuteronomio 27.  26 “Maldito el que no confirmare las palabras de esta ley para hacerlas. Y dirá todo el pueblo: Amén.” La Palabra de Dios es el conjunto de consejos que nos ayudan a tener vidas de excelencia. 

Dios quiere que a nosotros nos vaya bien, que vivamos en Bendición, pero eso no depende solo de él, el hacer las cosas correctas para que nos vaya bien depende de nosotros. Nosotros somos quienes decidimos hacer el bien o hacer el mal y de cada actividad que hagamos viviremos de las consecuencias. 

Dios les bendiga abundantemente.

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