jueves, 13 de mayo de 2021

Cada día... Amor a Dios

 


CADA DÍA CON DIOS

Amor a Dios

 

Cuando recibimos a Jesucristo en nuestro corazón entablamos una relación con él, para que toda relación funcione muy bien, sea una relación amorosa, económica o social debe estar fundamentada en el amor. 

Amor es mucho más que un sentimiento de atracción personal. 

Amor es la fuerza y dedicación conque hacemos algo. 

En esta relación con Dios él quiere que lo amemos y no de cualquier forma, él quiere que lo amemos con toda nuestra fuerza y con todo nuestro corazón. Deuteronomio 6. 5 “Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas” 

El amor verdadero supera las emociones, el amor a Dios es espiritual. Juan 4. 23 “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren” 

Como debe ser nuestro Amor a Dios. 

1. Sin interés. La mayoría de las personas busca a Dios por un milagro, pero que pasaría si Dios no nos hace ese milagro y lo hace otro. Deuteronomio 13. 1 - 3 “Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios,  y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma.” 

Dios permite que satanás también haga milagros para probar la fidelidad de nuestro corazón, si el buscar de Dios es motivado por un milagro corremos el peligro de ser infieles. 2 Tesalonicenses 2. 9 “inicuo cuyo advenimiento es por obra de satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos,” 

2. Sirviéndole. Deuteronomio 13. 4 “En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a él serviréis, y a él seguiréis” Cuando amamos a Dios y a los demás buscamos siempre servirlos y hacerlos felices. El verdadero amor no busca que lo hagan feliz, hace feliz a los demás.  

El verdadero cristiano no es un simple espectador en alguna iglesia, el verdadero cristiano participa de manera activa. 

3. Alejándonos de personas o cosas que nos incitan a no buscar de Dios. Etc. Deuteronomio 13.  5 “Tal profeta o soñador de sueños ha de ser muerto, por cuanto aconsejó rebelión contra Jehová vuestro Dios que te sacó de tierra de Egipto y te rescató de casa de servidumbre, y trató de apartarte del camino por el cual Jehová tu Dios te mandó que anduvieses; y así quitarás el mal de en medio de ti.” Quitar o matar no necesariamente es de manera literal es más bien no poner en primer lugar a otros que dejen a Dios en segundo lugar.  

4. No escuchando a personas que nos invitan a no Amar a Dios. Deuteronomio 13.  6 - 9 “Si te incitare tu hermano, hijo de tu madre, o tu hijo, tu hija, tu mujer o tu amigo íntimo, diciendo en secreto: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que ni tú ni tus padres conocisteis, de los dioses de los pueblos que están en vuestros alrededores, cerca de ti o lejos de ti, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo de ella.” La presión familiar es la más difícil de superar por lo tanto se convierte en la prueba reina para saber en verdad cuán grande es nuestro amor hacia Dios. 

5. Gozándonos de complacer a Jesús. Juan 4. 34 “Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.” El verdadero amor busca complacer al ser amado. Cuando el verdadero amor es mutuo en la pareja podríamos hablar de verdadera felicidad.   

Jesucristo quiere más que un montón de personas llenando estadios a la espera de un milagro, Jesucristo quiere personas enamoradas de él capaces de expresarle su amor a pesar de no recibir respuesta a sus oraciones en el momento que ellos desean. 

Dios les bendiga abundantemente.

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