miércoles, 12 de mayo de 2021

Cada día... Agradando a Cristo.

 


CADA DÍA CON DIOS

Agradando a Cristo

 

Jesucristo es Dios y nosotros sus súbditos a pesar de que Dios prefiere llamarnos hijos y Jesucristo sus hermanos. 

Ya que Jesucristo es nuestro Dios es necesario que entendamos que una de nuestras responsabilidades es agradar su corazón. 

Muchos de nosotros nos creemos con el derecho de exigirle a Jesucristo y si no hace lo que le pedimos o lo que le exigimos nos enojamos y lo amenazamos con ya no seguirlo o dejarnos de congregar. 

Como Podemos agradar el corazón de Cristo. 

1. Destruyendo de nuestra vida todo aquello que nos aleja de Él. Deuteronomio 12.  2 “Destruiréis enteramente todos los lugares donde las naciones que vosotros heredaréis sirvieron a sus dioses, sobre los montes altos, y sobre los collados, y debajo de todo árbol frondoso.” Aunque ahora decimos servir a Cristo muchas veces conservamos en nuestro corazón costumbres y tradiciones del mundo. 

2. Debemos someternos a su soberanía y no hacer lo que a cada uno nos parece. Deuteronomio 12.  8 “No haréis como todo lo que hacemos nosotros aquí ahora, cada uno lo que bien le parece,” Ser cristiano es aceptar que es Jesucristo quien direcciona nuestra vida. 

3. Presentándonos en el templo. Deuteronomio 12. 11 “Y al lugar que Jehová vuestro Dios escogiere para poner en él su nombre, allí llevaréis todas las cosas que yo os mando: vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, las ofrendas elevadas de vuestras manos, y todo lo escogido de los votos que hubiereis prometido a Jehová.” Es verdad que Dios está en todo lugar, pero él quiere que nos congreguemos como una muestra de muestra Amor. 

4. Alegrándonos en la presencia de Dios. Deuteronomio 12. 12 “Y os alegraréis delante de Jehová vuestro Dios, vosotros, vuestros hijos, vuestras hijas, vuestros siervos y vuestras siervas, y el levita que habite en vuestras poblaciones; por cuanto no tiene parte ni heredad con vosotros.” Cuando nos presentamos delante de Dios debe ser con una actitud de alegría y agradecimiento 

El mandato y la condición para Dios darnos todo lo que le pedimos es que nos deleitemos cuando estemos con él. Salmos 37. 4 “Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón”  

No hay cosa más triste que estar con alguien sabiendo que esta incomoda con nosotros, lo triste de una relación es saber que la persona que está con nosotros solo está por obligación o porque le toca. 

Dios quiere que lo amemos y no de cualquier forma él quiere que lo amemos de todo corazón. Marcos 12. 30 “Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.” 

5. Renunciando al Acomodamiento. Deuteronomio 12. 13 “Cuídate de no ofrecer tus holocaustos en cualquier lugar que vieres” Orar desde la comodidad de nuestra cama es fácil, pero Jesucristo quiere que nos movamos que al menos nos desacomodemos un poco para buscarlo. 

6. Cuidando a los ministros de Dios. Deuteronomio 12. 19 “Si estuviere lejos de ti el lugar que Jehová tu Dios escogiere para poner allí su nombre, podrás matar de tus vacas y de tus ovejas que Jehová te hubiere dado, como te he mandado yo, y comerás en tus puertas según todo lo que deseares.” Tanto en lo espiritual como en lo secular debemos cuidar de quienes nos sirven. 

La Palabra de Dios dice que debemos compartir la bendición con quienes nos ayudan a conseguirla. Gálatas 6. 6 “El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye.” 

7. No practicando nada de lo que se practica en el Mundo. Deuteronomio 12.  30 “guárdate que no tropieces yendo en pos de ellas, después que sean destruidas delante de ti; no preguntes acerca de sus dioses, diciendo: De la manera que servían aquellas naciones a sus dioses, yo también les serviré.” el hacer las cosas del mundo entristece el corazón de Dios. 

8. Honrándolo.  A Dios le molesta que la gente del mundo, los que tienen dioses falsos los honran y los cristianos que decimos ser hijos de Dios no lo honramos. Malaquías 1. 6 “El hijo honra a su padre, y el siervo a su señor. Pues si yo soy padre, ¿dónde está mi honor? Y si yo soy señor, ¿dónde está mi temor? —dice el Señor de los ejércitos a vosotros sacerdotes que menospreciáis mi nombre—. Pero vosotros decís: «¿En qué hemos menospreciado tu nombre?”  

Dios es Dios y nuestra obligación y responsabilidad es honrarlo, amarlo y obedecerlo en todo. Nuestra obligación de cristianos es agradar el corazón de Dios. 

Dios les bendiga abundantemente.

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