lunes, 3 de mayo de 2021

Cada día... Enfrentando nuestros enemigos.

 


 

CADA DÍA CON DIOS

Enfrentando nuestros Enemigos

 

El pueblo de Israel siempre tuvo que enfrentarse a diferentes enemigos de manera constante. 

En el desierto los únicos pueblos que sobrevivían eran los fuertes, numerosos y preparados para la guerra. 

Hoy en día nuestros enemigos posiblemente ya no son de carne y hueso, pero igual seguimos teniendo enemigos que arruinan nuestra vida. 

Enemigos tales como miedos, traumas, pereza, desanimo. Etc. 

Es nuestra decisión si nos enfrentamos a nuestros enemigos o si nos dejamos doblegar por ellos.  

Como Enfrentar a Nuestros Enemigos. 

1. Entendiendo que en cualquier momento se pueden presentar. Deuteronomio 3. 1 “Volvimos, pues, y subimos camino de Basán, y nos salió al encuentro Og rey de Basán para pelear, él y todo su pueblo, en Edrei.” 

Saber esta verdad más que atemorizarnos debe servirnos para que siempre estemos preparados. Algunos grupos de seguridad dicen: “es mejor estar preparados para algo que no ha de suceder a que suceda algo para lo cual no estemos preparados” 

En términos espirituales el Apóstol Pablo dice que la persona que esté de pie tiene que cuidarse para no caer. 1 Corintios 10. 12 “Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.” 

2. Controlando todo temor. Deuteronomio 3. 2 a “Y me dijo Jehová: No tengas temor de él, porque en tu mano he entregado a él y a todo su pueblo, con su tierra; y harás con él como hiciste con Sehón rey amorreo, que habitaba en Hesbón.” Es inevitable sentir miedo o temor, lo importante es saberlos controlar. 

La única forma de dominar nuestros temores es a través de nuestra forma de pensar. De nuestra mente podemos hacer nuestro mejor amigo o nuestro peor Enemigo. 

3. Estando siempre armados para la batalla. Armados de valor, de conocimiento, de fe.  Etc. Deuteronomio 3. 18 “Y os mandé entonces, diciendo: Jehová vuestro Dios os ha dado esta tierra por heredad; pero iréis armados todos los valientes delante de vuestros hermanos los hijos de Israel.” Siempre debemos estar preparados y listos para enfrentar a nuestros problemas.  

3.1. Para los cristianos no existe la buena o la mala suerte. 

4. Creyendo que es Dios quien pelea por nosotros. Deuteronomio 3.  22 “No los temáis; porque Jehová vuestro Dios, él es el que pelea por vosotros.” Saber que Dios pelea por nosotros no significa que nosotros no tengamos que hacer nada.  

5. Animando y fortaleciendo a los que tienen que luchar. Deuteronomio 3.  28 “Y manda a Josué, y anímalo, y fortalécelo; porque él ha de pasar delante de este pueblo, y él les hará heredar la tierra que verás.” 

La mejor forma para ayudar a quienes tienen que enfrentar sus peleas es animándolos a seguir, las palabras de desánimo hacen que perdamos nuestras batallas. 

El desánimo puede ser un enemigo letal para la conquista de sueños y propósitos, de nosotros depende que animemos o desanimemos. Podemos decirle: tú puedes, tú eres capaz, esfuérzate un poco y lo lograras.  

Todo aquel que emprenda algo importante en su vida siempre va a tener que enfrentarse a enemigos, personas que quieren desanimar, miedos en su interior, prejuicios etc. La única forma de salir victoriosos es nunca dejando de luchar tomados de la mano de Jesucristo. 

Dios les bendiga abundantemente.

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