Cada día... Administrando la bendición.

 

CADA DÍA CON DIOS

Administrando la Bendición.

 

Como siempre el pueblo de Israel ya se había acostumbrado a pecar de manera constante. Siempre se la pasaba haciendo lo malo delante de Dios. Jueces 13. 1 “Los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová los entregó en mano de los filisteos por cuarenta años.”

Pero no todo estaba perdido en medio de tanta maldad todavía había esperanza, Dios nunca deja de ser misericordioso.

Dios se había propuesto ayudar a Israel y en esta ocasión como en muchas otras ocasiones Dios haría un milagro maravilloso, de la nada iba a sacar a un libertador para el pueblo.

El próximo libertador seria Sansón y nacería de una mujer estéril. Jueces 13. 2 “Y había un hombre de Zora, de la tribu de Dan, el cual se llamaba Manoa; y su mujer era estéril, y nunca había tenido hijos”

Que Dios haga cosas sorprendentes, cosas sobrenaturales no nos sorprende sencillamente nuestro Dios es así.

Para recibir un milagro deberíamos estar preparados. Muchas personas después de recibir el milagro que tanto anhelaban en su corazón terminaron peor que antes de haber recibido el milagro.

Si estamos pidiendo que Dios nos envié un hijo deberíamos también pedirle que nos enseñe como cuidarlo. Jueces 13. 8 “Entonces oró Manoa a Jehová, y dijo: Ah, Señor mío, yo te ruego que aquel varón de Dios que enviaste, vuelva ahora a venir a nosotros, y nos enseñe lo que hayamos de hacer con el niño que ha de nacer.” Muchos solo tenemos hijos y no sabemos que hacer como padres, entendemos que para Dios nada es por casualidad pero para nosotros si era algo nuevo para lo cual no tenemos ni idea de que hacer.

En este mundo no hay una escuela donde nos enseñen a ser padres. El único que lo puede hacer es Jesucristo. Jueces 13. 12 “Entonces Manoa dijo: Cuando tus palabras se cumplan, ¿cómo debe ser la manera de vivir del niño, y qué debemos hacer con él?”

Dios debe ser nuestro modelo a seguir y de el podemos aprender.

1.Él es Amor. 1 Juan 4. 8 “El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.” Jehová no dice que tiene amor, él dice que es amor. Nosotros somos hechos a su imagen y semejanza por lo tanto deberíamos tener la capacidad de amar. Amar a los demás, y amar todo lo que hacemos.

2. Dios exige Amor. Dios no solamente nos ama, él también nos enseña amar. Mateo 22. 36 - 38 “Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? 22:37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento.”

3. Exige Honra. La honra a los y padres y a cualquier autoridad se la aprende en la casa. Malaquías 1. 6 “El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?”

4. Dios es disciplina. El ser padres permisivos no los convierte en los mejores, Solo a través de la corrección podemos lograr la perfección. Hebreos 12. 6 - 8 “Porque el Señor al que ama, disciplina,  Y azota a todo el que recibe por hijo. Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.”

5. Dios exige esfuerzo. Un buen padre es aquel que a sus hijos les ofrece acompañamiento. El facilitarle a los hijos los medios para hacer las cosas no significa que se las tenga que hacer. Esforzarse es hacer más de lo que digo poder  hacer. Josué 1. 9 “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.”

Si estamos pidiendo un milagro también deberíamos pedirle a Dios que nos de sabiduría.

Dios les bediga abundantemente.