UN MOMENTO CON DIOS
Como restaurar la pasión por
Dios
“Mientras llego, dedícate a leer en público las Escrituras, a animar a los hermanos y a instruirlos. No descuides los dones que tienes y que Dios te concedió cuando, por inspiración profética, los ancianos de la iglesia te impusieron las manos. Pon tu cuidado y tu atención en estas cosas, para que todos puedan ver cómo adelantas. Ten cuidado de ti mismo y de lo que enseñas a otros, y sigue firme en todo. Si lo haces así, te salvarás a ti mismo y salvarás también a los que te escuchan”. (1 Timoteo 4. 13 – 16)
Así como las personas se
sienten atraídas por el calor del fuego en la chimenea, los no creyentes se
sentirán atraídos por los cristianos apasionados por Cristo. El Señor quiere que
sus seguidores sean una “ciudad asentada sobre un monte” y la “luz del mundo”,
brillando intensamente en la oscuridad con su amor y su mensaje de redención.
Sin embargo, es posible que
nuestro “fuego” se enfríe, lo que afecta nuestro testimonio. Si esto nos
sucediera, demos los pasos para reavivar la llama de nuestra relación con Dios.
Primero, seamos conscientes de
dónde nos encontramos, recordemos nuestra vida anterior: pensemos en cómo era nuestra
relación con el Señor. Después, reconozcamos que nos hemos alejado. Pidámosle a
Dios que nos hable, y leamos Su Palabra con expectación. Dediquemos tiempo cada
día a la oración y expresemos el deseo de conocer realmente al Señor. Pidámosle
al Espíritu Santo que nos ayude a volver a enfocar nuestra atención.
El apóstol Pablo dio
instrucciones a Timoteo sobre cómo agradar al Padre celestial. Luego añadió el
recordatorio de “entregarse de lleno” a esas cosas. Nosotros también debemos
saturar nuestras mentes con los preceptos de Dios. El Señor desea que nuestra fe
sea entusiasta. Él usará nuestro fervor para atraer a otros hacia Él, y para
bendecirnos en el proceso.
Si nuestro caminar con Dios se
ha vuelto monótono, no tenemos que seguir así.
Dios les bendiga
abundantemente.
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