UN MOMENTO CON DIOS
Planeemos para la gloria de
Dios
“Todo lo que hagan, háganlo de buena gana, como si estuvieran sirviendo al Señor y no a los hombres. Pues ya saben que, en recompensa, el Señor les dará parte en la herencia. Porque ustedes sirven a Cristo, que es su verdadero Señor”. (Colosenses 3. 24 – 25)
Si no queremos caer en la
trampa de meramente sobrevivir, necesitamos planear. Planear, desde una
perspectiva bíblica, es simplemente buscar administrar nuestra energía,
atención y habilidades para invertir nuestro tiempo de la mejor manera posible,
glorificando a Dios y sirviendo a nuestro prójimo. Planear es trazar un mapa
basado en la Escritura para hacer lo mejor que podemos con los recursos que
tenemos, buscando utilizar nuestros dones para hacer a este mundo florecer y
mostrarle a los demás quién es nuestro Señor.
Aunque Dios no necesita
nuestros esfuerzos, Él se deleita en usarlos (¡incluso los esfuerzos torpes!).
Lo sabemos porque la Biblia nos llama una y
otra vez a esforzarnos, “Esfuércense, no sean perezosos
y sirvan al Señor con corazón ferviente”.
(Romanos 12. 11). Por eso planeamos. No lo hacemos pensando
que nuestros planes son los que prevalecerán. Lo hacemos buscando
sabiduría de lo alto y sometiéndonos a la voluntad soberana de Dios.
Dios les bendiga
abundantemente.
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