sábado, 2 de noviembre de 2024

Un momento... La esperanza nos impulsa

 


UN MOMENTO CON DIOS

La esperanza nos impulsa

 

“Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado; y ¡recuerden! Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28. 19 , 20)

La esperanza que Dios nos ofrece no es una esperanza que debe quedarse en la teoría, es una esperanza que nos impulsa. No es una esperanza que meramente debemos repetir como pericos, sino una que debemos vivir en lo cotidiano.

Si estamos aquí todavía, estamos aquí por una razón. Estamos aquí con una misión. El trabajo de los creyentes en la tierra no ha terminado. Por terribles que sean las circunstancias que nos rodean, nuestra misión es la misma de siempre: hacer discípulos de Cristo, amando a Dios y amando a otros como Él nos ha amado. Nuestro llamado es obedecer los dos grandes mandamientos y cumplir la gran comisión, en donde estamos ahora y con los recursos que tenemos disponibles en nuestras manos. Independientemente de las dificultades que nos quieran derribar, en Cristo tenemos todo lo que necesitamos para andar la misión que Él nos ha mandado.

La esperanza que Dios nos ofrece no es una esperanza que debe quedarse en la teoría, es una esperanza que nos impulsa.

Con demasiada frecuencia, sin embargo, las adversidades hacen que olvidemos la realidad de que hay mucho trabajo por hacer. El desánimo nos lleva a simplemente sobrevivir, “calladitos y sin tocar nada”, en lugar de buscar utilizar nuestro tiempo, energía, habilidades y atención para glorificar a Dios y servir a las personas que nos rodean.

Dios les bendiga abundantemente.

 

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