miércoles, 13 de noviembre de 2024

Un momento... Las bendiciones de la lealtad

 


UN MOMENTO CON DIOS

Las bendiciones de la lealtad

 

“Pero Rut le contestó: —¡No me pidas que te deje y que me separe de ti! Iré a donde tú vayas, y viviré donde tú vivas. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios. Moriré donde tú mueras, y allí quiero ser enterrada. ¡Que el Señor me castigue con toda dureza si me separo de ti, a menos que sea por la muerte!” (Rut 1. 16 - 17)

La extraordinaria lealtad de Rut es lo que le valió un lugar tanto en la Biblia como en el linaje del Señor Jesucristo (Mateo 1. 1 - 5). Rut es un ejemplo de fidelidad: adaptó su vida voluntariamente para satisfacer las necesidades de su suegra Noemí.

Sin una familia que la cuidara y sin vecinos que compartieran su fe en Dios, Noemí se encontraba en una tierra extranjera, lejos de la comodidad de una comunidad familiar. Durante ese tiempo oscuro, Rut, la viuda de su hijo, sacrificó todo para quedarse al lado de Noemí. La joven mujer incluso eligió mudarse a un país extranjero y adorar al Dios de Noemí.

Rut, sin duda, era consciente de los riesgos que implicaba unir su futuro a la de otra mujer en una sociedad dominada por los hombres, pero lo hizo sin dudarlo. Y su compromiso no terminó cuando llegaron a Israel. Fue Rut quien proveyó alimentación para las dos. Y fue Rut, bajo la tutela de Noemí, quien hizo una alianza con Booz que aseguró su futuro.

Rut se sacrificó en gran manera por su suegra y, como resultado, Dios la bendijo grandemente. Él la amó y le dio un esposo, un hogar y un hijo. (Rut 4. 13 – 22) Además, Rut se cuenta entre los antepasados del Mesías, Jesucristo. ¡Qué testimonio tan asombroso de las bendiciones dadas a un corazón leal!

La decisión de servir y amar a menudo implica sacrificio, pero Dios siempre la recompensa.

Dios les bendiga abundantemente.

 

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