UN MOMENTO CON DIOS
Tiempos de espera
“De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo. Señor, oye mi voz; Estén atentos tus oídos A la voz de mi súplica”. (Salmos 130. 1 – 2)
En tiempos de dificultad, es
fácil preguntarse por qué el Señor tarda tanto en proporcionar alivio. Como el
salmista, clamamos a Dios “desde las profundidades” pidiendo ayuda (Salmo 130.1),
pero a medida que el tiempo se prolonga, podemos sentir la tentación de tomar
el asunto en nuestras propias manos. Los creyentes, sin embargo, no deben
actuar como lo hace el mundo, determinando un curso de acción basado en el
razonamiento humano o en el ejemplo de otros. En cambio, nuestra guía debe
proceder de Dios, y nuestra esperanza debe estar en Su Palabra (Salmo 130. 5 - 6)
Es importante que cooperemos
con Nuestro Padre, para que el tiempo de espera resulte productivo y
beneficioso, y hasta nos abra nuevas puertas que antes no hayamos podido ver.
Dios puede utilizar esos “tiempos de espera” para revelar comportamientos o
pensamientos pecaminosos y desarrollar nuevas actitudes del corazón. La espera
también puede proporcionarnos la oportunidad de profundizar en nuestra
confianza y dependencia de Él. Y cuando seguimos el calendario del Seño, Él nos
da la gracia para soportar situaciones difíciles con confianza y paz. Es una
bendición saber que estamos donde Dios nos quiere y que ha prometido cuidar de
nosotros.
Si estamos en la sala de
espera de Dios, recordemos que Él es nuestra esperanza y que, a Su tiempo, nos
hará avanzar.
Dios les bendiga abundantemente.
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