UN MOMENTO CON DIOS
Imitadores de Dios
“Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante”. (Efesios 5. 1 – 2)
El apóstol Pablo dice que
debemos ser imitadores de nuestro Padre Celestial y vivir en el amor, como él
es amor. Pero la pregunta es: ¿cómo puedo hacerlo?
Por supuesto, no podemos
imitar a Dios en su omnipotencia u omnipresencia, ni tenemos su poder creador o
salvador. Lo que Pablo dice es que, puesto que Dios es amor, debemos vivir en
el amor. Dios es luz, por lo que debemos caminar en la luz. Dios es verdad, por
lo que sus hijos deben practicar la verdad.
Hoy en día hay muchos
cristianos confundidos. Dicen que creen en la obra de la salvación y que forman
parte de la familia de Dios, pero sus referencias suelen ser personajes famosos
que no sirven como patrones de conducta. Pablo dice que debemos imitar a Dios
porque somos sus hijos amados, porque fuimos comprados a un alto precio; por
eso debemos “vivir en el amor”. El amor es perdón, es abnegación. Pero sólo
podemos vivir así si nos relacionamos con Jesús y no hacemos de nuestra fe un
mero apéndice en nuestras vidas.
Tenemos que hacer una elección
diaria: ¿quién será mi punto de referencia? ¿Será nuestra sociedad idólatra,
egoísta y narcisista, o Jesús, que es amor?
Que el Señor nos guíe, a tomar
la mejor decisión, que sólo será seguirle, con fidelidad, con lo mejor que
tenemos y de la mejor forma que podemos, todos los días de nuestra vida.
Dios les bendiga
abundantemente.
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