sábado, 14 de septiembre de 2024

Un momento... El perdón y el amor de Dios

 


UN MOMENTO CON DIOS

El perdón y el amor de Dios


“Si el que te aborrece tuviere hambre, dale de comer pan, Y si tuviere sed, dale de beber agua”. (Proverbios 25. 21)

 

Cuando alguien nos hace daño, tendremos la tentación de repetir todo lo que esa persona nos ha hecho, incluso cuando estemos en proceso de perdonarla. El enemigo nos convencerá de que esa persona necesita sentir la vergüenza y la culpa de los pecados que ha cometido. Por desgracia, centrarnos en esto sólo nos mantiene atrapado en la amargura y la falta de perdón, porque estamos volviendo a tomar la justicia en nuestras manos, en lugar de dejarla en las de Dios.

De hecho, algunas personas leen Romanos 12. 20, que dice: “Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.”, y piensan: “¡Ajá! Haré algo bueno por él, porque entonces el castigo será peor”. Eso no es perdón: es una actitud completamente equivocada. Más que una oportunidad para la venganza, el perdón es una oportunidad para mostrar el amor de Cristo y aumentar nuestro amor mutuo. El amor es tanto la semilla como el fruto del perdón. Cuando alimentamos al enemigo hambriento y le damos de beber, sustituimos la amargura de nuestro corazón por la gracia de Dios.

¿Estamos dispuesto a dejar que Dios nos convierta en un receptor de Su amor? ¿Queremos que Él convierta nuestras pruebas en fuentes de fecundidad para nuestro espíritu? 1 Pedro 4. 8: “Manteneos fervientes en vuestro amor mutuo, porque el amor cubre multitud de pecados”. Seamos amables con quienes nos han hecho daño como Cristo lo ha sido con nosotros. Perdonaremos mucho, pero también aprenderemos a amar mucho, y eso siempre agrada a Dios.

Dios les bendiga abundantemente.

 

 

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