martes, 24 de septiembre de 2024

Un momento... Nada es difícil para Dios

 


UN MOMENTO CON DIOS

Nada es difícil para Dios

 

“¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo” (Génesis 18. 14)

 

“Yo prometo” todos hemos realizado promesas a otros, y también hemos recibido de personas a nuestro alrededor por lo menos una promesa. Y si hay algo difícil de ellas es que son una especie de “contrato moral” que hacemos con en el que ratificamos que cumpliremos nuestra palabra.

Dios realiza a Sara y Abraham la extraordinaria promesa de que tendrían un hijo. Por la avanzada edad de ambos y fiada en su propia prudencia Sara se río al creer imposible que eso pasaría. Ante aquella gran muestra de desconfianza y débil fe, el Señor con su misericordia y sentido de cuidado, optó por responder con su amor incondicional diciendo: “¿Hay para Dios alguna cosa difícil?”

De esa manera, recordó a Sara que su palabra es cumplida, mediante su poder. No dependía de Sara, ni de su duda momentánea o poca fe, sino de la grandeza del Señor y su capacidad para determinar y cambiar la naturaleza de las cosas. Así más adelante la palabra establece: “Visitó Jehová a Sara, como había dicho, e hizo Jehová con Sara como había hablado. Y Sara concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que Dios le había dicho”.

Cuando leemos una promesa del Señor en su palabra, tengamos por seguro que ella será cumplida porque Él es constante en su voluntad y perfecto en sus decisiones. Como establecen las escrituras: Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?

Cuando la duda haga débil nuestra fe recordemos: Nada es imposible para Dios. Contemos con Sus promesas y confiemos en Su obra. Una obra de amor, una obra de gozo, una obra de paz para aquellos que le sirven y aceptan con gratitud su voluntad.

Dios les bendiga abundantemente.

 

 

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