LO
QUE DEBEMOS CONOCER
Visión
Espiritual
Un
hombre y una mujer de Dios deben tener, pues, en primer lugar, visión
espiritual. Nadie puede colaborar en la obra de Dios si no ha visto algo de
parte de Dios. Humanamente hablando, nadie puede trabajar en una construcción,
por ejemplo, si antes no ha tenido, al menos, algún conocimiento acerca de qué
se construye, y de cuáles son las instrucciones para edificar bien.
Evidentemente,
un arquitecto tiene mayor visión y conocimiento que un carpintero o albañil;
cada uno tiene el conocimiento que precisa para desempeñar bien su labor. Pero
aunque el carpintero o el albañil precisen menos conocimiento según su trabajo
particular, es necesario que posean también un conocimiento general acerca de
la obra.
En
nuestro caso, es fundamental tener un conocimiento espiritual producto de la
revelación de Dios. Si se tiene este conocimiento firmemente establecido en el
corazón, entonces habrá una obra eficaz y la firmeza necesaria para enfrentar
las dificultades, de modo que cuando éstas surjan, se vean pequeñas ante la
visión de la gloria del propósito de Dios y de la obra terminada. Teniendo el
corazón puesto en la meta y el galardón, se puede sufrir hoy el oprobio.
Teniendo ante sí la visión de la obra completa, poco importan las
contradicciones. (Hebreos 12.1 - 3).
A
Pablo le fue revelado el Hijo de Dios (Gálatas 1.16); y recibió, además,
revelación acerca del propósito de Dios (2 Timoteo 1.9), y acerca del papel que
a él le cabía en ese propósito. (Efesios 3.8-9).
Teniendo
estas cosas claras, él podía servir.
Y
esto es así no sólo con Pablo: también lo es con cada uno que quiere servir.
Seguramente en menor grado, de acuerdo a la medida de la fe y el área de
servicio de cada uno, pero decididamente estas cosas tienen que estar
presentes.
¿Conocemos
a Cristo de verdad? ¿Tenemos conocimiento de cuál es el propósito eterno de
Dios, de cuál es su propósito específico para esta generación, y de cómo podemos cada uno de nosotros colaborar con
él? Esto no es conocimiento mental, no es mera enseñanza doctrinal, sino que es
algo profundamente espiritual.
Lo
primero que han de poseer, entonces, un hombre y una mujer de Dios, es visión
espiritual.
Dios
les bendiga abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario