viernes, 24 de septiembre de 2021

Cada día... Estar con Jesucristo.

 


CADA DÍA CON DIOS

Estar con Jesucristo.

 

Para Moisés era muy importante el poder estar en la presencia de Dios. Éxodo 33. 14 - 15 “Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso. Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.”

Es la presencia de Dios en nuestra vida lo que hace milagros. No hay hombre sobre la tierra que grite tan fuerte que obligue a Jesucristo a que haga un milagro, si Él los hace es por amor, es por su misericordia y sobre todo por que donde está el hay paz, hay sanidad. Es decir donde este Jesús sucede milagros.

Que necesitamos para que Jesús actué a nuestro favor.

1. Invocarlo y alabarlo. Dios actúa en medio de la adoración y la alabanza. 2 Samuel 22.  4 “Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado,  Y seré salvo de mis enemigos.”

2. Andar en los caminos rectos de Dios. 2 Samuel 22.  22 “Porque yo he guardado los caminos de Jehová, Y no me aparté impíamente de mi Dios.”

3. Obedecer a Su Palabra. 2 Samuel 22. 23 “Pues todos sus decretos estuvieron delante de mí, Y no me he apartado de sus estatutos.” Es Su Palabra la que nos instruye y nos corrige. 2 Timoteo 3. 16 “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,”

4. Ser Recto delante de Él. 2 Samuel 22. 24 “Fui recto para con él,  Y me he guardado de mi maldad;”

Que obtenemos al estar en la presencia de Jesucristo.

1. Libertad. Él nos hace libres de la esclavitud de las cosas del mundo. 2 Samuel 22.  3 “Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;  Mi escudo, y el fuerte de mi salvación, mi alto refugio;  Salvador mío; de violencia me libraste.” Solo cuando tenemos un encuentro con Jesús somos libres de toda atadura del mundo. Tradiciones y costumbres.

2. Protección. Él se encarga de nuestros enemigos no importa cuántos ni cuan grandes sean. 2 Samuel 22. 17 - 18 “Envió desde lo alto y me tomó;  Me sacó de las muchas aguas. Me libró de poderoso enemigo,  Y de los que me aborrecían, aunque eran más fuertes que yo.”

3. Fortaleza. Cuando más desanimados o cansados estamos Jesucristo nos fortalece. Él es nuestro apoyo. 2 Samuel 22. 19 “Me asaltaron en el día de mi quebranto;  Mas Jehová fue mi apoyo,”

4. Premio o recompensa. Dios es justo y él sabe galardonar a quien le es fiel. 2 Samuel 22.  21 “Jehová me ha premiado conforme a mi justicia;  Conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado.” Su recompensa no solo es para nosotros también se beneficia nuestra familia.

5. Podemos ver nuestros problemas pero también la solución. Él es nuestra luz. 2 Samuel 22.  29 “Tú eres mi lámpara, oh Jehová; Mi Dios alumbrará mis tinieblas.”

6. Despeja nuestro camino y nos da fuerzas. 2 Samuel 22. 33 - 34 “Dios es el que me ciñe de fuerza, Y quien despeja mi camino;  Quien hace mis pies como de ciervas, Y me hace estar firme sobre mis alturas;”

7. Nos prepara para combatir. 2 Samuel 22. 35, 40  “Quien adiestra mis manos para la batalla,  De manera que se doble el arco de bronce con mis brazos; Pues me ceñiste de fuerzas para la pelea;  Has humillado a mis enemigos debajo de mí,” Jesucristo no nos quita los problemas pero si nos prepara, nos entrena para salir victoriosos.

8. Nos cuida para no caer. Él nos hace salir victoriosos ante las tentaciones. 2 Samuel 22. 37 “Tú ensanchaste mis pasos debajo de mí,  Y mis pies no han resbalado.”

9. Nos da prestigio. El hace que seamos cabeza y no cola. 2 Samuel 22. 44 “Me has librado de las  contiendas del pueblo;  Me guardaste para que fuese cabeza de naciones;  Pueblo que yo no conocía me servirá.”

10. Nos da gracia delante de las demás personas. 2 Samuel 22. 45 “Los hijos de extraños se someterán a mí; Al oír de mí, me obedecerán.”

11. Jesús pelea por nosotros. Él se encarga de la venganza. 2 Samuel 22. 48 “El Dios que venga mis  agravios,  Y sujeta pueblos debajo de mí;”

Siempre anhelemos la presencia de Jesucristo en nuestra vida. Pidámosle que el este en nuestros negocios y tendremos prosperidad, que este en nuestra familia y tendremos restauración. Si Él está con nosotros podremos vivir en paz y armonía.

Dios les bendiga abundantemente.

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