UN MOMENTO CON DIOS
Mirando con claridad
“Porque yo sé los planes que tengo para vosotros, -declara el Señor, planes de bienestar y no de calamidad para daros un futuro y una esperanza.” (Jeremías 29. 11)
Un anciano cuenta la siguiente
historia: “Mi casa fue una de las primeras en el pueblo donde nací en tener un
televisor. Siendo un niño miraba la televisión en blanco y negro, y realmente
disfrutaba mucho, pero recuerdo que muchas veces desee poder ver una imagen más
clara, pues era de muy mala calidad la que se veía. Sin embargo, aun así, me
alegraba que, al menos, teníamos el privilegio de tener aquel aparato en la
casa.
Un día mi padre se enteró de
que se necesitaba una antena exterior. Cuando la instaló comenzamos a ver
imágenes mucho más claras y definidas. Recuerdo cuánta alegría sentimos todos.
Entonces, mi padre hizo una comparación: - “La vida sin una relación con Dios
por medio de Jesucristo es como un televisor sin antena”-.
Sin un conocimiento de Dios y
de Sus propósitos revelados en Su Palabra, el hombre vive con su mente empañada
por el pecado, y en el mejor de los casos tiene una imagen borrosa de Dios.
Generalmente cree que está disfrutando su vida, pero cuando tiene un encuentro
con Jesús, y comienza a tener una relación con Dios a través de Su Hijo, la
imagen borrosa desaparece y una nueva y clara imagen espiritual ocupa su lugar,
y entonces puede comparar su nueva vida con la anterior, y se da cuenta de lo
que se estaba perdiendo.
A medida que profundizamos en
nuestra relación con el Señor, nuestra fe crecerá y nuestra vista espiritual
irá desarrollándose. Así dice Jesús en Juan 8.12: “Yo soy la luz del
mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la
vida.”
Esta es la única y verdadera
luz que puede alumbrar nuestras vidas y darnos discernimiento espiritual. Y a
medida que nos acerquemos más a ÉL y le conozcamos más, mejor será nuestra
vista espiritual.
¡Cuánto más fácil sería
nuestra vida si tuviéramos esa visión espiritual que nos permitiera ver lo que
hay detrás de las circunstancias que nos rodean y de los problemas que causan
temor e incertidumbre en nosotros!
Esto sólo podemos lograrlo
acercándonos más al Señor, y cultivando una íntima comunión con Él por medio de
la lectura de la Biblia, practicando Su Palabra y la oración cada día de
nuestras vidas.
Entonces el Espíritu Santo nos
dará discernimiento y una visión espiritual que nos hará mucho más fácil ver la
victoria detrás de las situaciones difíciles de esta vida.
Dios les bendiga abundantemente.
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