UN
MOMENTO CON DIOS
Cambios
que trasforman
“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” (Romanos 12. 1 – 2)
El
deseo de Dios es que nosotros, sus hijos, seamos personas que no sólo
cambiemos, sino que cambiemos para mejor.
La
palabra “transformación” en el original griego, deriva de la palabra
“metamorfoos”, de donde sale la palabra “metamorfosis”, que es el proceso en el
cual un simple gusano se transforma en una bella mariposa.
El
Señor en este tiempo nos invita a cambiar, ser transformados, para
que vayamos de gloria en gloria, “Por tanto, nosotros todos, mirando con
el rostro descubierto y reflejando como en un espejo la gloria del Señor, somos
transformados de gloria en gloria en su misma imagen, por la acción
del Espíritu del Señor”. (2 de Corintios 3.18)
Los
cambios tienen que tener una meta principal, deben estar respaldados por
Cambiar implica
moverse a nuevas áreas, desconocidas muchas veces, sin conocerlas de
antemano, salir del área de comodidad donde hemos vivido por mucho
tiempo para hacer algo nuevo.
En 2 de
Timoteo 1.7 leemos que Dios no nos ha dado espíritu de cobardía o
timidez, sino de poder para hacer los cambios que sean necesarios.
Para poder cambiar se hace necesario actuar en fe, creyendo a lo
que Dios dice en Su Palabra, pues sin fe es imposible agradar al
Señor. (Hebreos 11.6)
Por lo
tanto, la fe es el principio para la transformación Romanos 10.17 dice: “La fe
es por el oír, y el oír por
Si
podemos cambiar la manera de pensar, podemos entonces cambiar todo lo
demás. No se pueden realizar cambios trascendentales sin cambiar
la forma de pensar.
Para
comenzar a cambiar la mente, el ingrediente de la información se hace
necesario. El enemigo sabe esto y hará lo posible para que no recibamos
información ni accedamos a ella. Oseas 4.6 dice “mi pueblo fue
destruido porque le faltó conocimiento”
Cuando
recibimos “luz” o información de algo, nuestros ojos se abren y
podemos cambiar.
Siempre la
información nos da revelación; la revelación es el iniciador de la
transformación; y la transformación es la avenida para la manifestación de
DIOS.
Para
poder informarnos correctamente tenemos que desear oír y aprender a
oír.
Luego
de cambiar la mente o manera de pensar, lo siguiente y dificultoso para cambiar
es la actitud. Nuestra actitud es la expresión de nuestro ser interior.
La
actitud es la diferencia entre ganar o perder; fallar o tener éxito.
La
actitud no es apariencia, habilidades.
La
actitud puede ser negativa o positiva, de fe o de
incredulidad, de victoria o derrota.
No se
puede cambiar un estilo de vida, sin primero cambiar la mente y la actitud. El
estilo de vida cambia cuando abrazamos la verdad de Dios, los
principios de Su Palabra, y ésta llega a ser una manera de vivir.
Juan
8.32 dice; “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”.
La vida
cristiana no consiste en cumplir reglas religiosas sino en un cambio
interior, por
Dios
les bendiga abundantemente.
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