domingo, 14 de julio de 2024

Un momento... Cambios que transforman

 


UN MOMENTO CON DIOS

Cambios que trasforman

 

 “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”  (Romanos 12. 1 – 2)

 

El deseo de Dios es que nosotros, sus hijos, seamos personas que no sólo cambiemos, sino que cambiemos para mejor. La Biblia llama a esto una transformación.

La palabra “transformación” en el original griego, deriva de la palabra “metamorfoos”, de donde sale la palabra “metamorfosis”, que es el proceso en el cual un simple gusano se transforma en una bella mariposa.

El Señor en este tiempo nos invita a cambiar, ser transformados, para que vayamos de gloria en gloria, “Por tanto, nosotros todos, mirando con el rostro descubierto y reflejando como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en su misma imagen, por la acción del Espíritu del Señor”. (2 de Corintios 3.18) 

Los cambios tienen que tener una meta principal, deben estar respaldados por la Palabra de Dios y glorificar a Cristo. Todo cambio que no se haga de esta manera es pura vanagloria.

Cambiar implica moverse a nuevas áreas, desconocidas muchas veces, sin conocerlas de antemano, salir del área de comodidad donde hemos vivido por mucho tiempo para hacer algo nuevo.

En 2 de Timoteo 1.7 leemos que Dios no nos ha dado espíritu de cobardía o timidez, sino de poder para hacer los cambios que sean necesarios. Para poder cambiar se hace necesario actuar en fe, creyendo a lo que Dios dice en Su Palabra, pues sin fe es imposible agradar al Señor. (Hebreos 11.6)

Por lo tanto, la fe es el principio para la transformación Romanos 10.17 dice: “La fe es por el oír, y el oír por la Palabra de Dios”.

Si podemos cambiar la manera de pensar, podemos entonces cambiar todo lo demás. No se pueden realizar cambios trascendentales sin cambiar la forma de pensar.

Para comenzar a cambiar la mente, el ingrediente de la información se hace necesario. El enemigo sabe esto y hará lo posible para que no recibamos información ni accedamos a ella. Oseas 4.6 dice “mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento”

Cuando recibimos “luz” o información de algo, nuestros ojos se abren y podemos cambiar.

Siempre la información nos da revelación; la revelación es el iniciador de la transformación; y la transformación es la avenida para la manifestación de DIOS.

Para poder informarnos correctamente tenemos que desear oír y aprender a oír. 

Luego de cambiar la mente o manera de pensar, lo siguiente y dificultoso para cambiar es la actitud. Nuestra actitud es la expresión de nuestro ser interior.

La actitud es la diferencia entre ganar o perder; fallar o tener éxito.

La actitud no es apariencia, habilidades.

La actitud puede ser negativa o positiva, de fe o de incredulidad, de victoria o derrota. 

No se puede cambiar un estilo de vida, sin primero cambiar la mente y la actitud. El estilo de vida cambia cuando abrazamos la verdad de Dios, los principios de Su Palabra, y ésta llega a ser una manera de vivir. 

Juan 8.32 dice; “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”.

La vida cristiana no consiste en cumplir reglas religiosas sino en un cambio interior, por la Palabra de Dios y el Espíritu Santo, que transforma nuestra vida de adentro hacia afuera.

Dios les bendiga abundantemente.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario