lunes, 29 de julio de 2024

Un momento... Elegir perdonar

 


UN MOMENTO CON DIOS

Elegir perdonar

 

“Sean buenos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, como Dios los perdonó a ustedes en Cristo”. (Efesios 4. 32)

 

El perdón tiene una parte central en la salud de nuestra vida. La Biblia nos enseña que, aun siendo pecadores, Jesús murió por nosotros. (Romanos 5. 8 ) Nos perdonó. Sin en el perdón de Dios una persona no puede experimentar en plenitud el amor, la libertad, la alegría, la paz. Dios continúa mostrándonos su misericordia y espera también que seamos misericordiosos con los demás.

El camino para aprender a amar se hace “Perdonando”, quien desea crecer en el amor lo logra viviendo en el perdón.

Perdonar es el camino de la liberación, el que realmente se libera es quien perdona, echando fuera de su alma todo rencor y la venganza que solamente lo envilece y lo consume.

“Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.” (Mateo 18. 21 - 22)

Debemos perdonar a pesar de tener razón y mil justificaciones para no hacerlo.

Perdonar aun cuando nos han ofendido y humillado, así se manifiesta la grandeza del corazón.

Solamente el que ama auténticamente puede decir, perdono y olvido.

Perdonar es cuando a pesar de haber sido ofendido nos atrevemos a dar una sonrisa de amor.

Dejemos hoy nuestros rencores, ese recuerdo que anhela ver al que nos ha ofendido de rodillas pidiendo clemencia.

Dejemos ese fuego que enciende nuestro enojo y llena nuestro ser de rabia y de rencor. Apartemos ese sentimiento que tenemos cuando ha sido pisoteado nuestro orgullo y hemos sido lastimado en lo más profundo, cuando deseamos con todas nuestras fuerzas ver destruido y humillado a quien nos ha ofendido.

La falta de perdón es como un veneno que tomamos a diario a gotas, pero que finalmente nos termina quitando la vida.

Muchas veces pensamos que el perdón es un regalo para el otro, sin darnos cuenta que los beneficiados somos nosotros mismos... “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”. (Efesios 4.32)  

El perdón es una decisión, en la cual se renuncia al resentimiento o ira, hacia el ofensor, así como al reclamo de un castigo. Perdonar nos permite ver la gloria de Dios, mientras que la falta de perdón nos lleva a ser agresivos y dañinos. 

El resentimiento es un sentimiento hostil, alimentado por el recuerdo de una ofensa o daño recibido, eso es falta de perdón.

Ahora mismo podemos ser libres, perdonando y olvidando, y así encontrar la paz.

Demos gracias a Dios por su grandeza y la más sublime expresión de amor al perdonar nuestros pecados. Pidamos a Él la sabiduría, la comprensión y la fuerza para no darle espacio ni tregua al odio y ser capaz de perdonar.

Demos gracias al Señor, porque Él sabe mejor que nadie nuestros sentimientos, conoces el corazón del hombre y sabe que a través del perdón está la libertad y la paz que da el perdonar a aquellos que nos han dañado.

Dios les bendiga abundantemente.

 

 

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