UN MOMENTO CON DIOS
En Dios somos vencedores
“Cuando Dios entra en acción, sus enemigos se dispersan; los que le odian huyen de su presencia”. (Salmo 68. 1)
La presencia de Dios es tan
poderosa, que ante ella los enemigos del Señor tienen que huir derrotados.
La Biblia nos enseña que
el Señor está sentado en el trono, como una persona que está gobernando con
autoridad y superioridad, pero cuando se levanta es para ejecutar justicia y
verdad.
Este Salmo dice que los
enemigos huyen de Su presencia. Siempre la luz se esparce y vence a las
tinieblas. Se dice que la velocidad de la luz es de 300,000
kilómetros por segundo. Es como un rayo que aparece a una velocidad
increíble. Cuando la luz aparece la oscuridad desaparece.
Cuando clamamos al Señor para
que nos ayude a vencer a nuestros enemigos, ÉL se levanta e inmediatamente
ellos son esparcidos.
Los cristianos tenemos
autoridad delegada en el nombre de Jesús. Si los cristianos utilizáramos con
mayor fervor y vehemencia la autoridad de Cristo como utilizamos otras cosas,
hace tiempo que tendríamos un avivamiento en nuestras ciudades, y naciones.
La autoridad de nuestro Dios
nos pertenece pues ÉL la delegó a Su Iglesia, que es el Cuerpo de Cristo,
compuesta por todos aquellos que le han recibido como Salvador y Señor, y
caminan en fiel obediencia a Su Palabra.
¡Muchos cristianos temen hacer
guerra espiritual, cuando en realidad Dios nos designó para que las fuerzas del
mal nos teman a nosotros pues tenemos de nuestro lado la autoridad de Cristo!
Dios les bendiga abundantemente.
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