Un momento... Poder y autoridad

 

UN MOMENTO CON DIOS

Poder y autoridad

 

 “Las aves del cielo anidan junto a las aguas y cantan entre el follaje. Desde tus altos aposentos riegas las montañas; la tierra se sacia con el fruto de tu trabajo”. (Salmo 104. 12 – 13)

 

No hay que ir muy lejos para disfrutar la grandeza de la obra de Dios. Hacia donde dirijamos la mirada podremos observar la grandiosa creación de Dios en acción. Sin salir de la habitación en que nos encontremos podremos muy probablemente escuchar el dulce canto de las aves, las cuales con sus melodías alaban a Dios. Dijo el Señor Jesús: “Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta.” Ellas saben Quién es Su Protector y lo reconocen públicamente al llegar la aurora, llenando el mundo con sus dulces cantos.

También, cerca de nosotros, muy probablemente, podremos apreciar el ciclo hidrológico en acción. El agua, lluvias o nevadas regando la tierra que luego se convierte en corrientes y ríos para desembocar en el mar y evaporarse con el calor del día para convertirse en nubes que continuarán con el ciclo sin detenerse.

Ante tales maravillas, sobre las cuales el hombre no tiene ni arte ni parte, no queda más que alabar a Dios desde lo más profundo de nuestra alma exclamando: “¡Alaba alma mía al Señor!” y reconociendo que, así como Dios cuida del mundo, también nosotros, que formamos parte de Su creación, somos protegidos por la poderosa mano de Dios.

Así que no nos preocupemos por nuestra vida, qué comeremos o beberemos; ni por nuestro cuerpo, cómo hemos de vestirnos. Por tanto, no nos angustiemos por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes puesto que cada día tiene sus problemas y Dios tiene todo bajo Su control.

Agradezcamos a Dios por todo lo que ha hecho por nosotros y unámonos al canto universal de agradecimiento al Señor.

Alabemos a Dios por Su poder y autoridad. Poder y autoridad que El no dudará en utilizar para socorrernos en caso de necesidad o aflicción. 

Dios les bendiga abundantemente.