lunes, 15 de enero de 2024

Un momento... El concierto de la vida

 


UN MOMENTO CON DIOS

El concierto de la vida

 

 “Yo, Señor, espero en Ti; Tú, Señor y Dios mío, serás quien responda. Tan sólo pido que no se burlen de mí, que no se crean superiores si resbalo.”  Salmo 38. 15 – 16)

 

Cuando un ensamble musical, sea un dúo o una orquesta sinfónica, con todas las de la ley, ejecuta una pieza musical es muy importante para el éxito y calidad de la interpretación que cada uno de los que forman parte del ensamble hagan lo que les corresponde hacer con sus instrumentos en el momento preciso en que deben participar. Mientras más acoplados estén los músicos mejor será la interpretación de la pieza musical y mejor se podrá apreciar lo que el autor quiso comunicar cuando compuso la obra. Si alguno de los músicos no está cumpliendo con su parte, de acuerdo al arreglo musical, el resultado será disonancia y fracaso.

En la interpretación del concierto de la vida de los hijos de Dios pasa igual. En esta interpretación musical, en este dueto que todos nosotros ejecutamos junto con el Director del conjunto musical y solista principal del concierto, a nosotros nos toca esperar en Dios y a Él le corresponde responder. En la partitura están las instrucciones de cómo se debe ejecutar la pieza, con indicaciones precisas de cuándo tocar, qué notas tocar, cuándo callar, cuándo deben tocar todos los integrantes y cuándo le corresponde al solista ejecutar, la intensidad con que producirá cada una de las notas y el ritmo que se utilizó en la composición.

¿Estamos siguiendo las indicaciones que aparecen en la partitura de nuestra vida? o, por el contrario ¿nos conducimos nosotros mismos y tocamos con improvisación y cuando mejor nos parece? La parte que nosotros ejecutamos ¿produce armonía o disonancia? ¿Nos hemos puesto de acuerdo con el Director de la orquesta en cómo será nuestra interpretación de la parte que nos corresponde?  

Es vital que tengamos una respuesta para estas y muchas otras preguntas relacionadas con la calidad de la ejecución del instrumento que nos ha sido asignado. También es importante que aquellas áreas en las cuales existen oportunidades para mejorar sean identificadas y se establezca acciones precisas para que la interpretación de la partitura se haga con excelencia.

Mantengámonos, pues, atentos a la lectura de las instrucciones del Director que se encuentran en la Biblia, Su Palabra. Pronto veremos cómo mejora la calidad del sonido y se alcanza la armonía en nuestra obra musical.

Dios les bendiga abundantemente.

 

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