martes, 30 de enero de 2024

Un momento... Él me infundirá aliento

 


UN MOMENTO CON DIOS

Él me infundirá aliento

 

 “Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento.”(Salmo 23. 4)

 

“Hoy me levanté con el pie izquierdo”. Un dicho muy común para expresar que el desánimo toca nuestra vida desde el amanecer y eso nos abre un camino de desventuras y desaciertos. Con ese pensamiento, nada podía levantar las murallas despedazadas de nuestro ánimo y aliento.

Si leemos el salmo 23, eso nos conforta la vista y el alma.  Y especialmente el versículo 4 y sobre todo la última línea que parecía susurrarnos con confianza: “tú vara y tu callado me infundirán aliento”. Y eso debe ser suficiente, pues nos lleva a experimentar la paz que nuestra alma necesita.

Uno de los enemigos más fuertes del ser humano es el desaliento. Hombres y mujeres de la Biblia vivieron lo que es el desaliento. Por esa razón, Dios sabiendo nuestra debilidad viene como Padre a traernos aliento.

Regularmente el desaliento viene en el momento en que pasamos por el valle de sombra de muerte. ¿A través de que medios Dios nos da aliento? A través de muchos medios, pero en este pasaje el salmista menciona tres que son poderosos:

1. Vara: La Palabra hebrea Shebet: Que es Vara de autoridad. Cuando aceptamos Su autoridad en nosotros, ÉL nos da aliento. Era la vara que usaba el pastor de ovejas para lanzarla contra los osos, leones o lobos que querían atrapar una oveja. Cuando el pastor lanzaba esa vara, el silbido en el aire por encima de las ovejas les daba aliento al saber que su pastor las defendía.

2. Cayado: de la Palabra hebrea Mishenah. Que implica Apoyo. El cayado tenía una curva en uno de los extremos y la usaba el pastor para enganchar la oveja cuando ésta quería extraviarse. Eso es apoyo. A veces en nuestra rebeldía nos queremos extraviar tomando nuestro propio camino y Dios tiernamente nos engancha con su cayado, y nos trae nuevamente a su redil.

3. Aliento que es sinónimo de consolación, compasión, cambiar de mente, pensar lo mejor, dar descanso, es una de las hermosas herramientas de la paternidad divina usando la vara y el cayado. Muchos de nosotros hemos atravesado varias veces ese valle oscuro y terrible de la «sombra de la muerte», y podemos certificar que sólo el Señor ha podido ayudarnos en los desvariados pensamientos, en medio de tantos horrores misteriosos y terribles abatimientos de que está erizado este paso.

El Señor nos ha sostenido y guardado libres de todo temor al mal, aun cuando estábamos a punto de desfallecer. Hemos sido afligidos y oprimidos por todas partes; sin embargo, hemos sobrevivido por haber sentido la presencia del gran Pastor y porque hemos confiado en que Su cayado impediría que el enemigo nos causara alguna herida mortal. 

Si al presente andamos en oscuridad bajo las negras alas de una gran tribulación, glorifiquemos a Dios con una tranquila confianza en Su promesa. Hoy sintámonos seguros de saber que en medio del valle de la sombra de la muerte Su vara y Su cayado nos infunden aliento.

Dios les bendiga abundantemente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario