CADA
DÍA CON DIOS
Una
vida productiva
Había una discusión bastante fuerte donde se cuestionaba el liderazgo de Aarón, la señal que daría Dios para identificar a su escogido sería una vara seca floreciendo y dando fruto.
Números 17. 8 “Y aconteció que el día siguiente vino Moisés al tabernáculo del testimonio; y he aquí que la vara de Aarón de la casa de Leví había reverdecido, y echado flores, y arrojado renuevos, y producido almendras” Dando a entender con esto que a quien Dios escoge necesariamente da frutos a si parezca todo perdido y aparente estar seco.En
muchas ocasiones llevados por las dificultades y problemas propios de este
mundo nos sentimos secos y estériles.
Jesucristo
de manera sobrenatural puede hacer que volvamos a florecer y a dar frutos, pero
no siempre todo será de manera sobrenatural.
Jesucristo
nos exige dar frutos. Mateo 7. 19 “Todo árbol que no da buen fruto, es cortado
y echado en el fuego.” Dios es un Dios de excelencia por lo tanto también nos
exige y no cualquier fruto él dice que debemos dar buen fruto.
Una
regla que nos permite medir el liderazgo de una persona está en los frutos. Más
que nuestras palabras son nuestros actos lo que nos debe identificar. Mateo 7. 20 “Así que, por sus frutos los conoceréis.”
Por
lo tanto, es necesario que aprendamos a tener una vida productiva. Como podemos
llegar a ser productivos.
1. Teniendo
un propósito que alcanzar. 1 Corintios 9. 26 “Por tanto, yo de esta manera
corro, no como sin tener meta; de esta manera peleo, no como dando golpes al
aire” De nada sirve trabajar duro si no se sabe que es lo que se quiere
conseguir.
2. No
creyendo ya haberlo alcanzado todo. Filipenses 3. 12 “No que lo haya alcanzado
ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello
para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.” Quienes creen ya haberlo
alcanzado todo se acomodan y se estancan.
La
única forma de avanzar es creyendo que todavía hay un camino por recorrer.
3. Nunca
retrocediendo. Filipenses 3. 13 a “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya
alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás.” El
camino al éxito no es fácil solo llegan quienes no desisten.
4. Esforzándose
por avanzar. Filipenses 3. 13 b “y extendiéndome a lo que está delante.” Las
cosas importantes no son fáciles de conseguir.
5. Creyendo
que somos ejemplo para los demás. 1 Corintios 11. 1 “Sed imitadores de
mí, así como yo de Cristo.” Saber esto nos obliga a cada día ser mejores.
6. Amando
lo que se hace. Colosenses 3. 23 “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón,
como para el Señor y no para los hombres.” Solo cuando amamos lo que hacemos lo
disfrutamos y nos obligamos a cada día hacerlo mejor.
7. Siendo
diligentes. Romanos 12. 11 “En lo que requiere diligencia, no perezosos;
fervientes en espíritu, sirviendo al Señor.” Las personas diligentes no solo
hacen las cosas bien, las hacen cuando se tienen que hacer y no cuando les
conviene.
8. Haciendo
más de lo que nos toca. Lucas 17. 10 “Así también vosotros, cuando hayáis hecho
todo lo que se os ha ordenado, decid: «Siervos inútiles somos; hemos
hecho solo lo que debíamos haber hecho».” Dios es un Dios de resultados.
La
única forma de llegar a tener prosperidad es si somos productivos, no basta con
soñar con grandes cosas, es necesario actuar o producir. El mundo de los
fracasados está lleno de personas soñadoras con buenos planes pero que no hacen
nada por hacerlos realidad.
Dios
les bendiga abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario