CADA
DÍA CON DIOS
Bendición
por Maldición
Dios sabe perfectamente que nosotros sus hijos despertamos dos tipos de sentimientos en las personas del mundo.
Dios
nos da gracia y muchas personas sin saber porque nos aman o les caemos
bien.
Hay
otros que al ver nuestra bendición les caemos mal y hasta nos odian y sin
saber por qué.
Por
esta razón el para podernos proteger a prometido algo maravilloso. Toda
maldición que nos lancen se convierte en Bendición para nosotros. Números
23. 11 “Entonces Balac dijo a Balaam: ¿Qué me has hecho? Te he traído
para que maldigas a mis enemigos, y he aquí has proferido bendiciones. Números
23.12 El respondió y dijo: ¿No cuidaré de decir lo que Jehová ponga
en mi boca?”
Hay
muchos que llevados por la ignorancia o influenciados por satanás oran para que
a los cristianos les vaya mal.
Debemos
estar seguros que todo aquel que nos bendice será bendito y todo aquel que nos
maldice será maldito. Génesis 12. 3 “Bendeciré a los que te
bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas
las familias de la tierra.”
En
esto se cumple la ley de la siembra y la cosecha, todo lo que hacemos a los
demás eso cosechamos y todo lo que los demás nos hacen eso cosecharan. Gálatas
6. 7 “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre
sembrare, eso también segará”
Que
queremos recibir de los demás. Bendición o maldición, debemos tratar a los
demás de la manera que queremos que ellos nos traten a nosotros.
Mateo 7. 12 “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con
vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los
profetas”
Que
debe causar en nosotros saber que toda maldición que nos lancen se convierte
en bendición.
1. Libertad
para servirle a Cristo. Muchas personas se oponen a que le sirvamos a
Jesucristo, se burlan y profieren maldiciones.
Muchos
cristianos se dejan atemorizar se llenan de miedo y por eso menguan en
el servicio.
2. Tranquilidad.
El estar tranquilos en momentos de crisis hace que podamos salir más rápido de
ellas y sobre todo el estar tranquilos hace que todo lo que hagamos
nos salga bien.
La
tranquilidad hace que pensemos de manera clara y de esta forma tomar
buenas decisiones.
La
intranquilidad hace que nos desesperemos y la desesperación hace que tratemos
mal a los demás.
3. Prosperidad.
El sentirnos bendecidos y el saber que toda maldición que profieran sobre
nosotros se convierte en bendición hace que nuestra manera negativa
de pensar cambie a una manera de pensar muy positiva. Filipenses 4. 8 “Por lo
demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo
lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna,
si algo digno de alabanza, en esto pensad.”
Los
seres humanos tenemos la capacidad de atraer lo que sentimos o pensamos. Si nos
sentimos bendecidos atraemos bendición. Si nos sentimos maldecidos
atraeremos maldición. Job 3. 25 “Porque el temor que me espantaba me
ha venido, Y me ha acontecido lo que yo temía”
Todos
los que hemos recibido a Cristo en nuestro corazón y nos sentimos hijos de Dios
debemos estar totalmente seguros que toda maldición que profieran sobre
nosotros se convierte en bendición.
Dios
les bendiga abundantemente.
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