CADA
DÍA CON DIOS
Un
pueblo bendito
Cuando nosotros recibimos a Jesucristo en nuestro corazón pasamos a ser pueblo de Dios. Éxodo 6. 7 “y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios; y vosotros sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que os sacó de debajo de las tareas pesadas de Egipto.”
Y lo
más importante por ser pueblo de Dios es que somos benditos.
Estamos
en este mundo y lastimosamente no todos se alegran de nuestra bendición.
A
veces sentimos que a algunas personas les caemos mal sin saber porque, entre
más bien nos portamos con ellos. Números 22. 6 “Ven pues, ahora, te ruego,
maldíceme este pueblo, porque es más fuerte que yo; quizá yo pueda herirlo y
echarlo de la tierra; pues yo sé que el que tú bendigas será bendito, y el que
tú maldigas será maldito”
Lo
maravilloso de todo esto es que por mucho mal que nos quieran hacer no lo
pueden lograr por la sencilla razón que Dios no lo permite. Números 22. 12
“Entonces dijo Dios a Balaam: No vayas con ellos, ni maldigas al pueblo, porque
bendito es” Debemos estar seguros que lo que Dios bendice ningún hombre puede maldecir.
El
diablo y sus secuaces no pueden hacer nada que Dios no se los permita, por
mucho que lo intenten no pueden pasar la autoridad de Dios. Números 22. 18 “Y
Balaam respondió y dijo a los siervos de Balac: Aunque Balac me
diese su casa llena de plata y oro, no puedo traspasar la palabra de Jehová mi
Dios para hacer cosa chica ni grande” Si Dios no actuara de esta manera su
pueblo quedaría desamparado ante la maldad del mundo.
El
problema es que muchos cristianos no saben de estas verdades o no las creen por
eso viven temerosos de las maquinaciones del mundo.
Para
que el mundo no nos pueda maldecir debemos estar seguros de nuestra bendición,
el apóstol Pablo a pesar de estar en una cárcel estaba seguro de ser bendito y
no con cualquier bendición, él estaba seguro de ser bendecido con
toda bendición. Efesios 1. 3 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares
celestiales en Cristo”
Debemos
estar seguros que todo lo podemos hacer ya que Cristo nos da las fuerzas para
que nosotros podamos luchar. Filipenses 4. 13 “Todo lo puedo en Cristo que me
fortalece”
El
sentirnos bendecidos debe hacernos sentir confiados y seguros de lo que somos y
hacemos y el sentirnos de esta manera hace que todo lo que hagamos nos salga
bien.
Para
sentirnos benditos con toda bendición es necesario cambiar nuestra manera de
pensar, el problema está en lo que pensamos.
Muchos
cristianos a pesar de saber que son hijos de Dios todavía están sujetos
a pensamientos negativos que los hacen vivir mal.
Nosotros
somos lo que pensamos, si pensamos que, si podemos lo lograremos, si pensamos
que no podemos lastimosamente seremos derrotados muy rápido.
Esto
hace parte de la fe, la fe es mucho más que tan solo poner nuestras manos al
cielo a la espera de un milagro. Si pensamos
que no podemos esa es nuestra fe por lo tanto nunca podremos, si pensamos que
si podemos o que al menos lo vamos a intentar esa es nuestra fe por
lo tanto lo lograremos.
Los
bendecidos de Dios debemos cambiar nuestros pensamientos negativos por pensamientos positivos.
Filipenses 4. 8 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen
nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.”
Si
creemos que somos bendecidos y vivimos como bendecidos tengamos la plena
seguridad que nunca nada ni nadie podrá maldecirnos, por más que intenten
maldecirnos siempre seremos benditos con toda bendición.
Dios
les bendiga abundantemente.
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