miércoles, 28 de abril de 2021

Cada día... Limpiando nuestro corazón.

 


CADA DÍA CON DIOS

Limpiando nuestro Corazón

 

Para que todas las cosas funcionen muy bien se necesita de hacerles mantenimiento, es decir es necesario estarlas limpiando. 

Con el uso y el transcurrir del tiempo las máquinas y los diferentes accesorios que utilizamos se llenen de mugre que impide su buen funcionamiento. 

Los seres humanos funcionamos de esa misma forma, con el tiempo y los diferentes problemas de cada día, nuestro corazón se va llenando de mugre que contamina nuestro cuerpo y no nos deja actuar de la mejor manera. 

Esa suciedad en nuestro corazón puede ser envidia, dolor, amargura y  muchas otras cosas. 

Los israelitas estaban a punto de entrar a la tierra prometida y la orden era una sola pero muy importante: echen a todos los moradores de esta tierra. Números 33. 50 - 53 “Y habló Jehová a Moisés en los campos de Moab junto al Jordán frente a Jericó, diciendo: Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando hayáis pasado el Jordán entrando en la tierra de Canaán, echaréis de delante de vosotros a todos los moradores del país, y destruiréis todos sus ídolos de piedra, y todas sus imágenes de fundición, y destruiréis todos sus lugares altos; y echaréis a los moradores de la tierra, y habitaréis en ella; porque yo os la he dado para que sea vuestra propiedad. ” 

Hoy en día ya no tenemos que entrar a ninguna tierra física para ser felices, pero si debemos tomar posesión de nuestro corazón. 

Nuestro corazón es decir nuestras emociones o sentimientos son el centro de nuestra vida y el que determina lo que nosotros somos. 

Debemos tener en cuenta dos cosas muy Importantes para conquistar nuestro corazón. 

1. La conquista es paso a paso. Números 33. 1 “Estas son las jornadas de los hijos de Israel, que salieron de la tierra de Egipto por sus ejércitos, bajo el mando de Moisés y Aarón.” La travesía para conquistar la tierra prometida fue por estaciones, de esta forma para controlar nuestras emociones necesitamos hacerlo por pasos. 

2. Si dejamos cosas malas en nuestro corazón estas nos causaran dolor y malestar. Números 33. 55 “Y si no echareis a los moradores del país de delante de vosotros, sucederá que los que dejareis de ellos serán por aguijones en vuestros ojos y por espinas en vuestros costados, y os afligirán sobre la tierra en que vosotros habitareis.” Hay muchas personas a quienes hace muchos años las hirieron y todavía no pueden olvidar. 

Que debemos echar de nuestro corazón para ser felices. 

1. Amargura. Hebreos 12. 15 “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados” La amargura más que dañar a los demás nos daña a nosotros mismos. 

2. Enojo sin control. Efesios 4. 26 “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,” No es malo enojarse, lo malo es cuando el enojo termina dominándonos y hacemos daño a los demás. 

3. Envidia y codicia. Santiago 4. 2 “Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.” Las personas que se sienten mal cuando otros progresan son infelices. 

4. Rencor. Levíticos 19. 18 “No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová” El odio guardado en el corazón envenena el alma, causando infelicidad. 

Porque debemos limpiar nuestro corazón. 

1. Nuestra boca habla de lo que hay en nuestro corazón. Mateo 15. 18 “Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre.” Si queremos conocer como es una persona tan solo analicemos su manera de hablar. 

2. Nuestros actos son reflejo de lo que hay en nuestro corazón. Proverbios 15. 13 “El corazón alegre hermosea el rostro; Mas por el dolor del corazón el espíritu se abate.” El mejor embellecedor para nuestro rostro es un corazón alegre. 

3. Dios mira nuestro corazón. 1 Samuel 16. 7 “Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.” Las palabras pueden mentir, pero lo que hay en el corazón es lo que en verdad cuenta. 

Nuestro corazón es el centro y el motor de nuestra vida si el corazón o sea nuestra área emocional funciona bien todo nuestro ser funcionara bien. Permitamos que Jesucristo limpie nuestro corazón.  

Dios les bendiga abundantemente.

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