CADA
DÍA CON DIOS
El
mal de la Negligencia.
Hablar de negligencia es lo mismo que hablar de desgano, desidia, descuido o apatía.
En
resumen, podríamos decir que una persona negligente es aquella que hace las
cosas no cuando se las debe hacer, hace las cosas cuando ella quiere y las hace
de mala gana.
Las
personas negligentes no solo llevan su vida al fracaso, también son causantes
del fracaso de las instituciones a las cuales pertenecen.
Una
persona negligente es un verdadero peligro para el éxito o la prosperidad.
Para
Dios era muy importante que el pueblo se reuniera para celebrarle fiesta en
agradecimiento por haberlos sacado de la esclavitud de Egipto.
Dios
es maravilloso y comprensivo, el acepta que alguien no pueda reunirse por estar
enfermo o por estar de viaje. Números 9. 10 “Habla a los hijos de Israel,
diciendo: Cualquiera de vosotros o de vuestros descendientes, que estuviere
inmundo por causa de muerto o estuviere de viaje lejos, celebrará la pascua a
Jehová.”
Pero
a Dios no le gustan las personas negligentes. Aquellas personas que pudiendo
comprometerse con algo no lo hacen se convierten en estorbo para cualquier
organización sea religiosa o secular.
Dios
considera que las personas que no tienen la capacidad de comprometerse deben
ser excluidos de cualquier grupo de trabajo. Números 9. 13 “Mas el que
estuviere limpio, y no estuviere de viaje, si dejare de celebrar la pascua, la
tal persona será cortada de entre su pueblo; por cuanto no ofreció a su tiempo
la ofrenda de Jehová, el tal hombre llevará su pecado”
Las
personas que pudiendo hacer lo bueno y no lo hacen se considera que están
erradas o equivocadas, en términos espirituales están en pecado. Santiago 4.
17 “y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.”
No
hay peor inútil que aquel que no quiere hacer las cosas, que teniendo
habilidades prefiere no comprometerse.
Como
salir de la Negligencia.
1.
Teniendo un propósito Claro. 1 Corintios 9. 26 “Así que, yo de esta manera
corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire.” Quienes
no saben que es lo que quieren no pueden avanzar y detienen a los demás.
Las
personas que saben que es lo que quieren pueden ser ayuda para los que van por
su misma dirección.
2. Esforzándose
por hacer las cosas. Josué 1. 7 “Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para
cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te
apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas
las cosas que emprendas.” Hacer las cosas bien no es fácil por esta razón no
todo el mundo es prospero o victorioso.
El
día en que las cosas importantes sean fáciles de conseguir automáticamente
dejan de ser importantes.
3.
Amando lo que se hace. Colosenses 3. 23 “Y todo lo que hagáis, hacedlo de
corazón, como para el Señor y no para los hombres.” Solo las personas que
aman lo que hacen se esfuerzan y dan lo mejor de sí.
Los
que no aman lo que hacen tan solo lo hacen por obligación o porque les toca, no
importa si no es lo que buscabas aprende amar lo que haces solo de esta forma
lo disfrutaras y lo harás bien.
Luchemos
por ser diligentes, la negligencia nos lleva al fracaso y la ruina, esforcémonos
seamos valientes dejemos que Jesucristo nos fortalezca y nos pase de inútil a
útil, de nosotros depende que nuestra familia o el grupo al cual pertenecemos
sea de éxito o de fracaso.
Dios
les bendiga abundantemente.
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