CADA
DÍA CON DIOS
Haciendo
las Cosas a Tiempo
En este mundo hay dos clases de personas. Personas de éxito y personas de fracaso.
Las
personas de fracaso son aquellas que hacen las cosas fuera de tiempo, es decir
cuando ellos quieren y no cuando tienen que hacerlas.
Las
personas de éxito son aquellas que siempre hacen las cosas a tiempo, es decir
hacen las cosas cuando se tienen que hacer, no antes ni después.
Dios
es un Dios de orden por eso el exige que las cosas se hagan a tiempo.
Números 28. 2 “Manda a los hijos de Israel, y diles: Mi ofrenda, mi pan con mis
ofrendas encendidas en olor grato a mí, guardaréis, ofreciéndomelo a su
tiempo.”
Hacer
las cosas a tiempo equivale a ser diligente. El apóstol Pablo se caracterizaba
por ser una persona triunfadora por esta razón el exige ser diligentes.
Romanos 12. 11 “En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en
espíritu, sirviendo al Señor”
Uno
de los impedimentos para llegar a ser personas diligentes y por lo tanto
personas de éxito es la pereza. La pereza condena a las personas a vivir en
pobreza. Proverbios 13. 4 “El alma del perezoso desea, y nada alcanza; Mas el
alma de los diligentes será prosperada”
Como
hacer las cosas a Tiempo.
1. Renunciando
a la pereza, la única forma de renunciar a la pereza es entendiendo que si no
lo hacemos podemos terminar en pobreza absoluta. Proverbios 6. 9 - 11
“Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño?, Un
poco de sueño, un poco de dormitar, Y cruzar por un poco las manos para reposo;
Así vendrá tu necesidad como caminante, Y tu pobreza como hombre
armado.”
2. Priorizando
nuestras actividades. Eclesiastés 3. 1 - 3 “Todo tiene su tiempo, y todo lo que
se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir;
tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo
de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar;” La mejor forma de
priorizar lo que tenemos que hacer es entendiendo que para todo hay
tiempo.
No
pospongamos las cosas importantes, hay muchas cosas que las podemos dejar para
después, pero hay otras que son necesarias hacerlas de manera rápida.
3. Amando
lo que se hacemos. Colosenses 3. 23 “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón,
como para el Señor y no para los hombres” La única forma de hacer las cosas a
tiempo es deseando hacerlas.
Las
cosas que se hacen por obligación o simplemente porque tocan son
más fáciles de posponer.
4. Deja
a un lado las excusas. Jeremías 1. 7 “Pero el Señor me
dijo: No digas: «Soy joven», porque adondequiera que te envíe, irás, y todo lo
que te mande, dirás.” Las excusas nos hacen quedar bien, pero no impiden
avanzar.
Las excusas
nos impiden ver nuestras equivocaciones, por lo tanto, nos perdemos la bella
oportunidad de poder corregir.
Las personas
de éxito son aquellas que hacen las cosas de manera oportuna, no dejemos para
mañana lo que podemos hacer hoy. Para todo hay tiempo no nos entretengamos en
hacer cosas no tan importantes.
Dios
les bendiga abundantemente.
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