CADA
DÍA CON DIOS
Sin
Sacrificio no hay triunfo
El propósito de Dios era perdonar a su pueblo y para poder hacerlo era necesario el sacrificio de animales, después murió Jesucristo convirtiéndose en el único sacrificio que Dios acepta para el perdón de nuestros pecados.
Ya
Jesucristo no quiere sacrificios de animales él quiere que nosotros nos convirtamos
en sacrificio. Hebreos 10. 5 “Por lo cual, entrando en el mundo
dice: Sacrificio y ofrenda no
quisiste; Mas me preparaste cuerpo.”
Espiritualmente
cuando vamos al culto más que rasgarnos las vestiduras y quejarnos por todo
debemos ofrecernos en sacrifico vivo. Romanos 12. 1 “Así que, hermanos, os
ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio
vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional”
Sacrificarnos
no significa quemarnos u ofrecernos en holocausto. Sacrificio significa
esfuerzo o dolor.
En
este mundo nada es gratis todo cuesta, antes de querer alcanzar un propósito debemos
pensar que todas las cosas importantes cuestan.
Para
conseguir algo importante hay que pagar un precio hay que sacrificarse, entre
más grande sea lo que queremos conseguir, más grande será el sacrificio o el
esfuerzo.
En
el mundo hay un adagio que dice: lo que no cuesta hagámoslo fiesta, esto quiere
decir que cuando tenemos algo que no nos costó no lo cuidamos lo desbaratamos.
Como
sacrificarnos para triunfar en Todo.
1. Obligándonos
hacer lo que no queremos hacer. 1 Corintios 9. 27 “sino que golpeo mi cuerpo, y
lo pongo en servidumbre, no sea que, habiendo sido heraldo para otros, yo mismo
venga a ser eliminado.” Hay muchas cosas que tenemos que hacer, pero la pereza
no nos deja.
2. Cambiando
nuestra manera negativa de pensar. Filipenses 4. 8 “Por lo demás, hermanos,
todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo
amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de
alabanza, en esto pensad.” Muchas personas ya están acomodadas en su forma
negativa de pensar, les parece cómodo.
Para
muchos es mejor pensar que no se puede a tener que esforzarse por conseguir
algo.
3.
Siendo diligente y dejando la pereza. Romanos 12. 11 “En lo que requiere
diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor” hacer las
cosas en el momento justo muchas veces no es fácil, pero si conveniente.
Posponer
las cosas es cómodo, pero debemos obligarnos hacer las cosas en el momento
oportuno.
4. Haciendo
más de lo que nos toca. Lucas 17. 10 “Así también vosotros, cuando hayáis hecho
todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que
debíamos hacer, hicimos.” Aunque no es fácil debemos procurar dar más de lo que
nos piden solo de esta forma llegaremos a ser personas de éxito.
5. Quitando
de nosotros toda excusa. Jeremías 1. 7 “Y me dijo Jehová: No digas: Soy un
niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.” Las
excusas nos hacen quedar bien, pero nos impiden avanzar.
Las
excusas nos impiden ver nuestro error para poder corregir y de esta manera
Triunfar.
Todas
las cosas importantes cuestan, debemos esforzarnos por conseguir lo que
queremos, sin sacrificio no hay triunfo.
En
el momento en que las cosas importantes sean fáciles de conseguir
automáticamente dejan de ser importantes.
Dios
les bendiga abundantemente.
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