CADA
DÍA CON DIOS
Rompiendo
culturas.
El evangelio de Jesucristo es algo que no se puede adaptar a las diferentes culturas, son las culturas las que se tienen que adaptar al cristianismo.
Muchos
misioneros dicen abrir obra en muchas comunidades que por su cultura adoran a
muchos dioses, esto es algo muy bueno lo malo es que muchos de ellos predican
un evangelio liviano manejable en cualquier cultura.
Muchos
misioneros lo único que han hecho es llevarle a estas comunidades otro dios
más, si creían en las piedras, o en cualquier otro ídolo ahora a esa lista de
dioses le aumentaron a Jesucristo.
El pueblo de Israel tenía que moverse frecuentemente, por lo tanto era muy
común habitar en medio de otras culturas.
La
advertencia de Dios era muy clara el pueblo de Dios no tenía que aprender de
otras culturas ni de Egipto de donde salió ni de Canaán a donde llegaría. Levíticos
18. 1 - 3 “Habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel, y
diles: Yo soy Jehová vuestro Dios. No haréis como hacen en la tierra de Egipto,
en la cual morasteis; ni haréis como hacen en la tierra de Canaán, a la cual yo
os conduzco, ni andaréis en sus estatutos.”
La
clave para que el pueblo de Dios continuara disfrutando de sus bendiciones
seria el cumplir fielmente sus mandamientos. Levíticos 18. 4 - 5 “Mis
ordenanzas pondréis por obra, y mis estatutos guardaréis, andando en
ellos. Yo Jehová vuestro Dios. Por tanto, guardaréis mis estatutos y mis
ordenanzas, los cuales haciendo el hombre, vivirá en ellos. Yo Jehová.”
La
orden era que los demás deberían convertirse a las creencias de Israel y no
ellos convertirse a las creencias de los demás pueblos. Jeremías 15. 19 “Por
tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí
estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca.
Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos.”
En
el camino se encontrarían con muchos valles de huesos secos pero sería la Palabra
de Dios los que les daría vida. Ezequiel 37. 4 - 6 “Me dijo entonces: Profetiza
sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová. Así ha
dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en
vosotros, y viviréis. Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre
vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y
viviréis; y sabréis que yo soy Jehová.”
No
permitamos que el deseo de ver la iglesia llena de gente nos lleve a vivir en
ansiedad, y la ansiedad te haga tomar estrategias del mundo. Recordemos que el
mundo es enemigo de Dios. Santiago 4. 4 “¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis
que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera
ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.” No nos convirtamos nosotros
también en enemigo de Dios.
La
modernidad nos debe llevar mejorar la difusión de la Palabra de Dios, nunca la
modernidad nos debe llevara desvirtuar el poder de la Palabra de Dios.
Estamos
hechos para ser sal, pero es necesario que la sal no pierda su capacidad de
salar. Mateo 5. 13 “Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se
desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser
echada fuera y hollada por los hombres.”
Como
pueblo de Dios somos luz, la luz no tiene ninguna relación con las tinieblas,
el mandato de Jesús es muy claro debemos salir de la amistad con el mundo. 2
Corintios 6. 14 - 18 “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque
¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz
con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente
con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los
ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios
dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, Y
ellos serán mi pueblo. Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y
apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os
recibiré, Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me seréis hijos e
hijas, dice el Señor Todopoderoso.”
No
permitamos que el amor por el mundo dañe nuestra relación con Dios, estamos
para marcar diferencia no dejemos que los incrédulos o los cristianos tibios nos
contaminen y perdamos objetivo de predicar el verdadero mensaje del evangelio
de Cristo.
Dios
les bendiga abundantemente.
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