domingo, 14 de marzo de 2021

Cada día... Una buena relación.

 


CADA DÍA CON DIOS

Una Buena relación

 

Todos los seres humanos somos sociables es decir todos de una o de otra forma tenemos relación con los demás, relación espiritual con Dios, relación comercial, de amistad o de amor con los demás.

Por los diferentes afanes de la vida, por las preocupaciones ya no tenemos tiempo para los demás esto ha hecho que las relaciones cada día se deterioren más.

No solo en la antigüedad hoy también tenemos una mala relación con Jesucristo o con Dios. Por esta razón es necesario que aprendamos a mejorar nuestras relaciones.

Esta siempre ha sido nuestra condición con Dios por culpa de nuestros pecados permanecemos alejados de él.

La relación del hombre con Dios ha sido tan mala que al acercarse en lugar de producir vida ha producido muerte. Levíticos 16. 1 “Habló Jehová a Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón, cuando se acercaron delante de Jehová, y murieron.”

Para tener una buena relación es necesario acercarse a la persona ofendida, pero no en cualquier momento. Levíticos 16. 2 “Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera; porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio.”

Veamos algunas cosas a tener en cuenta para tener una buena relación con Dios y con los demás.

1. Un buen dialogo. Busca la forma de entablar un verdadero dialogo. Levíticos 16. 13 “Y pondrá el perfume sobre el fuego delante de Jehová, y la nube del perfume cubrirá el propiciatorio que está sobre el testimonio, para que no muera” lo único que producía un perfume agradable a Dios era el incienso. Incienso significa oración, dialogo o hablar. Apocalipsis 5. 8 “Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos;”

2. Aceptar nuestros errores. Solo cuando aceptamos que nos equivocamos podemos corregir y llegar a la perfección.

Las buenas relaciones se deterioran cuando buscamos culpables o excusas en lugar de reconocer que nos equivocamos.

3. Estar dispuestos a perdonar y a pedir perdón. En cualquier relación que tengamos estamos expuestos a tener malos entendidos por esto es necesario que siempre estemos dispuestos a pedir perdón.

El Pedir perdón debe ir acompañado de un detalle que endulce el momento. O la ocasión. Levíticos 16. 3 “Con esto entrará Aarón en el santuario: con un becerro para expiación, y un carnero para holocausto.”

El sacrificio pretendía ablandar el corazón de Dios, hoy Cristo se sacrificó por nosotros, pero igual nosotros podemos tener nuestros propios detalles con Dios y con quienes convivimos.

Ya todos los cristianos sabemos que para tener una buena relación con Dios no se necesita de sacrificios de animales, Jesucristo es el único sacrificio valido. Romanos 5. 10 - 11 “Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.”

Pero lo más maravilloso es que no solo nosotros podemos llegar a tener una muy buena relación con Dios, ahora Jesucristo nos hace parte de su gran propósito y también nos convierte en reconciliadores.

Cada vez que le compartimos a alguien sobre Jesús estamos contribuyendo a que esa persona se reconcilie a través de Jesucristo con nuestro Dios y de esta manera llegue a tener una muy buena Relación con él. 2 Corintios 5. 18 - 19 “Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación;  que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.”

Cuando nosotros nos reconciliamos con Dios nos reconciliamos con nosotros mismos y como consecuencia de esto nos reconciliamos con los demás.

Si queremos vivir en paz en nuestra casa o en este mundo es necesario primero reconcílianos con Dios, si estamos bien con Dios estamos bien con nosotros mismos y si estamos bien con nosotros mismos podremos estar bien con los demás.

Dios les bendiga abundantemente.

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