lunes, 22 de febrero de 2021

Cada día... Que trasmitimos.

 


CADA DÍA CON DIOS

Que Trasmitimos

 

Lo que nosotros recibimos de los demás y de la vida misma no es por lo que somos, es por lo que transmitimos.

Podemos ser muy buenas personas y a la vez transmitir cosas malas.

En la antigüedad las cosas se las consagraba a Dios con el fin de que esas cosas pudieran transmitir santidad o cosas buenas a quienes las tocaban. Éxodo 30. 29 “Así los consagrarás, y serán cosas santísimas; todo lo que tocare en ellos, será santificado.”

Esto no solo funciona con las cosas también funciona con las personas.

Todo aquel que es consagrado a Dios tiene la capacidad de transmitir bendición a los demás.

Ser consagrado tiene que ver con mucho más que tan solo haber hecho un ritual o haber orado por alguien.

Todo en la vida el secreto está no solo en ser, lo importante esta en sentirse, el apóstol Pablo a pesar de que estaba en una cárcel y hasta olvidado por sus amigos él se sentía y se consideraba un bendito. Efesios 1. 3 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo”

Muchas de las cosas que atraemos es por lo que transmitimos, si transmitimos cosas positivas atraeremos cosas buenas. Job atrajo para él lo malo que sentía. Job 3. 25 “Porque el temor que me espantaba me ha venido, Y me ha acontecido lo que yo temía”

Las demás personas son lo que les transmitimos, una mujer embarazada que consume alcohol o drogas esto puede influir de manera perjudicial en su bebe.

También transmitimos a través de nuestras emociones, una madre que se siente positiva o negativa también transmite estos sentimientos a su bebé.

Como mejorar nuestra forma de ser para mejorar lo que transmitimos.

1. Cambiando nuestra manera de pensar. Filipenses 4. 8 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” Nosotros sentimos de acuerdo a lo que pensamos.

Escogiendo lo que escuchamos, lo que escuchamos puede cambiar nuestra manera de pensar de forma positiva o de forma negativa. 1 Corintios 15. 33 “No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres”

Para esto es necesario saber elegir muy bien a las personas con quien hablamos o con quien nos relacionamos.

2. Sintiéndose bien no importa la condición en la que este. Josué 14. 11 “Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar.” Calef se sentía muy bien.

Calef tenía 85 pero se sentía como de cuarenta, la clave está en cómo nos sentimos puedes ser joven y sentirte viejo, o puedes estar viejo y sentirte joven.

Podemos estar enfermos y sentirnos sano, podemos tener miedo, pero sentirnos valiente, nosotros trasmitimos lo que nos sentimos. Joel 3. 10 “Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces; diga el débil: Fuerte soy.”

Podemos no tener dinero, pero sentirnos ricos. Apocalipsis 2. 9 “Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás.” El sentirnos ricos no va hacer que nos llegue dinero de la nada, pero proyectaremos positivismo que nos dará valor para luchar.

Nosotros atraemos lo que transmitimos, si transmitimos pesimismo eso es lo que atraemos, si transmitimos positivismo y alegría eso es lo que atraemos, nuestra manera de sentir es lo que determina lo que proyectamos a los demás.

Dios les bendiga abundantemente.

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