UN MOMENTO CON DIOS
Dios trabaja en nuestras vidas
“Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre”. (Juan 6. 65)
A lo largo del ministerio de
Jesús en la tierra, Él nunca pareció intimidado por las multitudes. Por el
contrario, las miraban y se concentraba en aquellos que Su Padre le enviaba.
Jesús sabía que, debido al pecado, nadie busca a Dios de forma natural. La
inclinación del hombre pecador es esconderse del Señor, en lugar de acercarse a
Él (Génesis 3. 8; Salmo 14. 1 - 3). Por lo tanto, cada vez que Jesús veía que
el Padre estaba atrayendo a una persona hacia Sí, inmediatamente comenzaba a
relacionarse con esa persona.
Cristo observó hasta dónde
había llegado el despreciado recaudador de impuestos Zaqueo para verlo pasar.
En respuesta, Jesús inmediatamente dejó a la multitud y pasó tiempo con este
hombre en quien Dios obviamente estaba trabajando (Lucas 19. 1 - 10). Del mismo
modo, cada vez que los discípulos experimentaron una nueva percepción de las
verdades del Señor, Jesús reconocía que era el Padre quien había estado obrando
en sus vidas (Mateo 16. 17)
Cuando las multitudes se
reunieron alrededor de Jesús, Él dijo algunas verdades que eran difíciles de
comprender para la gente (Juan 6. 60). Sus palabras eran tan desafiantes que
muchos de sus oyentes se marcharon, pero Él mantuvo su perseverancia por el
cumplimiento de Su misión y no se desanimó. Él vio que el Padre estaba
trabajando en las vidas de Sus discípulos, y ahí es donde Jesús invirtió su
tiempo. Busquemos momentos de tranquilidad con Dios para experimentar Su
presencia, y para agradecer que ya estamos viendo los resultados de Su obrar en
nuestra vida. Mientras leemos las Escrituras y oramos, confiemos en que Dios
honrará nuestra respuesta a Su guía, enseñándonos más acerca de Él.
Dios les bendiga
abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario