CADA
DÍA CON DIOS
Siempre
Preparados.
Frente al estudio de este capítulo hay muchas diferencias entre los que lo hacen. Unos dicen que en este capítulo se habla del templo otros dicen que no, que se habla es del tiempo del fin del mundo.
La
verdad es que han pasado ya más de dos mil años y nadie parece ponerse de
acuerdo por una simple razón Jesús dice en su Palabra que el tiempo del fin
nadie lo conoce ni siquiera Él, el único que sabe cuándo será el fin es Dios el
Padre. Mateo 24. 36 “Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de
los cielos, sino sólo mi Padre.”
Por
eso la recomendación es mantenernos siempre preparados. Mateo 24. 42 - 44
“Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. Pero sabed
esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir,
velaría, y no dejaría minar su casa. Por tanto, también vosotros estad
preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis”
En
lo espiritual ya sabemos que el tiempo del fin nadie sabe cuándo será pero si
demos estar siempre preparados para ese momento.
El
tiempo del fin en lo secular puede ser el cumplimiento de nuestras metas.
1.
Preparémonos siempre para lograr lo que queremos.
2.
Nunca renunciemos a nuestras metas. Solo las personas persistentes en lo que
hacen son capaces de romper límites. El secreto del Apóstol Pablo era
nunca mirar para atrás y siempre concentrarse en la meta, nunca dejar de mirar
hacia adelante. Filipenses 3. 13 “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya
alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y
extendiéndome a lo que está delante”
3.
Nunca dejemos de querer o anhelar. La clave de los triunfadores está en el
hambre por alcanzar la superación. Solo los que quieren lo logran.
4.
Tener un plan de trabajo. El desorden hace que se complique el encontrar lo que
queremos. Es necesario que cada mañana sepamos qué es lo queremos hacer en ese
día.
5.
Tener mucha disciplina. Tener disciplina es tener un método para lograr lo que
queremos.
Estamos
seguros de que habrá un final aunque no sabemos cuándo, lo único que debemos es
estar preparados, mientras tanto sigamos andando cada día el camino hacia
nuestros sueños o metas preparados para cuando llegue el momento de la
victoria.
Dios
les bendiga abundantemente.
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