CADA
DÍA CON DIOS
La
Palabra de Dios tiene Poder.
En nuestra biblioteca podemos tener los mejores libros, podemos tener la enciclopedia más cara del mundo, esa enciclopedia por muy costosa que sea lo único que puede es llenar nuestra mente de conocimiento.
La Biblia
puede ser que no cueste tanto podemos encontrar Biblias muy económicas, pero
esa Biblia por económica que nos parezca tiene el poder de transformar vidas.
La Biblia
es mucho más que un libro grande que nos cuenta la historia del pueblo de Dios
y de sus dirigentes.
La Biblia es nada más ni nada menos que la Palabra de Dios.
La Biblia
no solo es un libro de historia sagrada, a través de su Palabra Dios quiere
ayudarnos a tener una mejor calidad de vida. Dios no solo quiere que recibamos
milagros de sanidad, o solo salvación allá en la vida eterna, Él quiere
enseñarnos a disfrutar de la vida que él nos dio aquí en la tierra.
Si
queremos que todo lo que hagamos nos salga bien es donde encontramos la
dirección correcta para nuestra vida. Josué 1. 8 “Nunca se apartará de tu boca
este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que
guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces
harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.”
El
guardar los mandamientos de Dios es un acto de amor hacia Él. Juan 14. 15 “Si
me amáis, guardad mis mandamientos.” La única forma de enamorarnos de alguien
es conociéndolo, nadie se enamora de lo que no conoce, si queremos amar a Jesús
es necesario que aprendas a conocerlo, y la única fuente de conocimiento es ese
manual maravilloso llamado Biblia.
El
amor del Padre celestial lo obtenemos si amamos su Palabra. Juan 14. 21 “El que
tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama,
será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.”
La Palabra
de Dios dice que somos morada del Espíritu Santo, y eso es verdad pero para que
se haga realidad en nosotros debemos amar y obedecer la Palabra de Dios. Juan
14. 23 “Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y
mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.”
El
despreciar la Palabra de Dios es una muestra de la falta de amor hacia nuestro Señor
Jesucristo. Juan 14. 24 “El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra
que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.”
Hoy
en día hay mucha confusión, cada día salen nuevos grupos religiosos, que por el
afán de no parecerse a los demás buscan su propia ideología, su propia manera
de creer en Dios. La única forma de no caer en esas trampas de satanás, es
conociendo la verdad.
Solo
conociendo lo verdadero podemos desechar lo falso. Juan 8. 32 “y conoceréis la
verdad, y la verdad os hará libres.”
La
salvación no está en las personas, ni en los diferentes lugares por muy grandes
que estos sean, la salvación está en el conocimiento que tengamos de Dios. Juan
17. 3 “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero,
y a Jesucristo, a quien has enviado.”
Obedecer
la Escritura en nuestras fuerzas sería imposible para esto Jesús nos dejó su Santo
Espíritu. Juan 14. 26 “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre
enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo
que yo os he dicho.”
El Espíritu
de Dios en nosotros es el que nos hace obedecer los preceptos divinos. Ezequiel
36. 27 “Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis
estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.”
Solo
el alimentarnos diariamente de la Palabra de Dios nos hará libres.
Dios
les bendiga abundantemente.
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