CADA
DÍA CON DIOS
La
Presencia de Jesús.
Mientras la gente no quiera sentir a Jesús, mientras la gente siga buscando a Jesús solo por los milagros y no por amor. De nada sirve pedir explicaciones sobre Dios. Oiremos palabras bonitas, pero, en el fondo, serán frases vacías, de la misma manera que uno puede leer toda una enciclopedia sobre el amor y no por ello saber lo que es amar.
Tal vez la diferencia entre Moisés y nosotros es que Moisés sentía que estar sin Dios era estar vacío. Y hoy solo buscamos lo que Él pueda darnos. Éxodo 33. 14 - 15 “Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso. Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.”Nadie conseguirá jamás probar que Dios existe o que no existe. Ciertas cosas en la vida fueron hechas para ser simplemente experimentadas, pero nunca para ser explicadas.
Sin duda, el amor es una de estas cosas. Dios, que es amor, es otra de ellas. La fe es una experiencia infantil, precisamente en aquel sentido para muchos incomprensible que Jesús nos enseñó: “De los niños es el reino de los cielos”.
Aun
gran pintor o aun gran dibujante le podemos pedir que nos dibuje o nos pinte
una manzana y de seguro que lo harían muy bien, pero si a ellos les pedimos que
nos dibuje o nos pinte el sabor de la manzana, lo más probable es que no lo van
a poder hacer. Eso es algo que no se puede expresar con palabras y mucho menos
dibujar en un papel, la única forma de conocer el sabor de la manzana es
probándola.
De
esta misma forma para poder conocer del amor de Jesús es necesario estar con
él, tener un encuentro maravilloso con Jesús. Juan 20. 19 “Cuando llegó la
noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas
en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino
Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros.”
Solo
estar al lado de Jesús nos puede dar regocijo. Juan 20. 20 “Y cuando les hubo
dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron
viendo al Señor.”
Para
poder sentir a Jesús solo se necesita tener un corazón dispuesto. Mateo 18. 20
“Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio
de ellos.”
Una
persona no dispuesta no puede sentir a Jesús así lo tenga de frente. Esto le
pasaba a Tomás el incrédulo. Juan 20. 27 “Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu
dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas
incrédulo, sino creyente.”
En
muchas otras ocasiones les paso lo mismo algunos de sus discípulos, aunque
caminaban juntos no lo podían reconocer y menos sentir. Lucas 24. 15 - 16 “E
iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido. Sucedió
que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba
con ellos. Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen.”
Si queremos
sentir a Jesús y experimentar de todo su amor, debemos anhelarlo, cuando estemos
orando antes de pedirle algo anhelemos poderlo sentir y conocer más cada día de
Él.
Dios
les bendiga abundantemente.
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