CADA
DÍA CON DIOS
Mateo
14. El Tremendo Poder de la Fe.
La fe en Dios no es un sentimiento, es una creencia en Dios y en su poder. Cuando nos aferramos a la fe, experimentamos el tremendo poder que tiene para cambiar nuestra vida completamente.
¿Cómo
se recibe la fe? La palabra de Dios es la fuente que alimenta e incrementa
nuestra fe. Cada vez que leemos la Biblia, aprendemos a conocer más a Dios
y cuanto más lo conocemos a Él, más se incrementa nuestra fe. Para
Dios no hay nada imposible.
“Por
la fe esas personas conquistaron reinos, gobernaron con justicia y recibieron
lo que Dios les había prometido. Cerraron bocas de leones, apagaron llamas de
fuego y escaparon de morir a filo de espada. Su debilidad se convirtió en
fortaleza. Llegaron a ser poderosos en batalla e hicieron huir a ejércitos
enteros.” Hebreos 11. 33 – 34.
La
fe que agrada a Dios es la que se anima a sembrar esperando una cosecha
grandiosa. La Biblia dice que si tuviéramos una fe tan pequeña como un
grano de mostaza, podríamos mover las montañas. Esto significa que no hay
problema que la fe no pueda resolver.
1.
La Fe no es conocimiento, la fe es decisión y disposición para ver y recibir
cosas sobrenaturales. Mateo 14. 28 - 29 “Entonces le respondió Pedro, y dijo:
Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. Y él
dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a
Jesús” pedro estaba dispuesto a caminar sobre las aguas.
No
importa dónde nos congreguemos o quien ore por nosotros, si no estamos dispuestos
en nuestro corazón a recibir algo sobrenatural nada pasara.
2.
No nos concentremos en el problema, concentrémonos en la solución. Mateo 14. 30
“Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces,
diciendo: !! Señor, sálvame!” El mirar solo el problema nos hace ver las
cosas de manera negativa.
El
miedo a lo que nos puede suceder se convierte en un deseo tan poderoso que es
precisamente eso que tememos lo que atraemos. Job 3. 25 “Porque el temor que me
espantaba me ha venido, Y me ha acontecido lo que yo temía.”
El
concentrarnos tan solo en los problemas hace que a nosotros mismos nos veamos
como miserables. Romanos 7. 24 “ ! Miserable de mí! ¿Quién me librará
de este cuerpo de muerte?”
3.
Exterioricemos nuestra fe a través de algún acto. Mateo 14. 36 “y le rogaban
que les dejase tocar solamente el borde de su manto; y todos los que lo
tocaron, quedaron sanos” Para aquellos hombres el tocar el borde del manto de
Jesús era lo que desataría lo sobrenatural.
La mujer
del flujo de sangre también genero un milagro al exteriorizar su fe.
Mateo 9. 21 “porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré
salva”
Estas
personas concentraron su fuerza sobrenatural en el borde del manto, pero
tranquilamente podían haber dicho si tocáramos su mano. Su sandalia. Etc. No
era el manto era lo que ellos creían que sucedería al tocar el manto lo que
originó un milagro.
4.
Debemos estar completamente seguros que para el que cree todo es posible.
Marcos 9. 23 “Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible” Es
lo que nosotros creemos lo que abre el camino a los pensamientos de bendición y
sanidad.
Debemos
mentalizarnos, reprogramar nuestra mente, debemos estar convencidos de que
vamos a recibir lo que anhelamos. Hebreos 11. 1 “Es, pues, la fe la certeza de
lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”
Efesios
1. 3 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo
con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo”
La
fe es un estilo de vida. Comencemos a vivir una vida de milagros, una vida
de bendición y de abundancia.
La
fe abre los cielos. Cuando una persona ora con fe, desata lo sobrenatural,
no hay límites para lo que pueda suceder en la tierra.
“—¿Cómo
que “si puedo”? —preguntó Jesús—. Todo es posible si uno cree”. Marcos 9. 23.
Dios
les bendiga abundantemente.
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