CADA
DÍA CON DIOS
Responsabilidad
del cristiano.
Para muchas personas que reciben a Jesucristo en su corazón la única responsabilidad que creen tener es congregarse en la iglesia. Eso está muy bien es una de nuestras obligaciones. Hebreos 10. 25 “no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.”
Otros
creen que ser cristiano es simplemente poder pedir a Jesucristo y él nos dará
todo, esto también es verdad es una de las promesas de Jesús. Mateo 7. 7
“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.”
Pero
para Jesucristo ser cristiano es mucho más que eso. Jesucristo también quiere que
seamos sus obreros. Mateo 9. 37 “Entonces dijo a sus discípulos: A la
verdad la mies es mucha, más los obreros pocos.”
Dios
quiere darnos una misión muy importante. Salvar almas perdidas.
Como
cumplimos la misión de salvar almas.
1.
Echando fuera espíritus inmundos y sanando enfermos. Mateo 10. 1 “Entonces
llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos,
para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.”
Debemos cree que tenemos el poder para hacerlo.
2.
Rescatando a personas que dentro de la iglesia están todavía perdidas. Mateo
10. 6 “sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel.” Muchas veces
luchamos duro por rescatar almas perdidas que están en el mundo pero
enjuiciamos a quienes están dentro de la iglesia y llegan a fallar o pecar.
3.
Acercando a quienes se han alejado o se están alejando de Dios. Mateo 10. 7 “Y
yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado.” Nuestra
intolerancia con los que todavía tienen luchas con sus debilidades hace que
ellos se alejen más de la presencia de Dios.
4.
Dando de la misma forma que recibimos. Si Cristo no nos cobró nada, nada
debemos cobrar. Mateo 10. 8 b “de gracia recibisteis, dad de gracia.” Esto
tiene que ver muchos más que cobrar dinero. Jesucristo no nos exigió perfección
para ayudarnos entonces porque nosotros no tenemos misericordia de quienes
pecan o fallan.
5.
Dependiendo cien por ciento de Jesús. Mateo 10. 9 - 10 “No os proveáis de oro,
ni plata, ni cobre en vuestros cintos; ni de alforja para el camino, ni de dos
túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento”
Esto no quiere decir que nada tenemos que hacer, esto significa que debemos
estar seguros que Jesucristo nos respalda en todo lo que hagamos.
6.
Siendo prudentes. Mateo 10. 16 “He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de
lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.” Es
cierto que Jesucristo es nuestro protector pero no por esto debemos
arriesgarnos de manera innecesaria.
7.
Dejando que Jesucristo hable a través de nosotros por medio del Espíritu Santo.
Mateo 10. 19 - 20 “Mas cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué
hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar. Porque
no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla
en vosotros.” No tengamos miedo de hablar, el Espíritu Santo en nosotros nos da
el poder para hacerlo.
8.
Soportando el rechazo de la gente por causa de Jesús. Mateo 10. 22 “Y seréis aborrecidos de todos por causa de
mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.” Muchos creen
que por hablar en nombre de Jesús tendrán el agrado de todos por este motivo
siempre viven desanimados.
9.
No teniendo miedo a lo que pueda hacer el hombre. Mateo 10. 26 “Así que, no los
temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto,
que no haya de saberse.” Si nos defendemos del ataque del hombre se convierte
en nuestra lucha. Si dejamos que actué Jesucristo entonces se convierte en Su
lucha y quienes nos atacan terminan peleando con Dios.
10.
Temiendo a Jesucristo. Mateo 10. 28 “Y no temáis a los que matan el cuerpo, más
el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el
cuerpo en el infierno.” El hombre no puede hacernos más daño del que Dios le permita
para cumplir Su propósito en cada uno de nosotros.
Ser
cristiano es más que simplemente congregarse en algún lugar. Ser cristiano es
recibir la misión de salvar almas para Cristo. Solo si dejamos que Jesucristo
obre en nuestra vida lo podremos lograr.
Dios
les bendiga abundantemente.
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